Despedirse de la casa que te vio crecer no es sencillo. No sólo viéndolo desde un punto sentimental, sino, también desde un punto social: detrás de la salida de las y los jóvenes de las casas de sus padres, convergen muchos factores sociales, como la economía, las relaciones de pareja, las oportunidades laborales, educativas, y más.
Actualmente, uno de los factores que, por ejemplo, en México frenan esta salida, es el costo de la vivienda, y el costo en sí de la vida, y es por ello que salir de casa puede ser más complicado que en otros países. O incluso, más fácil también que en otros países.
En Europa, así como en Latinoamérica, el promedio de edad en que los jóvenes dejan las casas de sus padres varía mucho. Según Eurostat en Europa, el promedio es de 26.2 años.
Pero ya por país, la situación cambia. Estas son las edades promedio en diez diferentes países europeos:
- Portugal, 33.6
- Croacia, 33.3
- Eslovaquia, 30.9
- Italia, 29.9
- España, 29.8
- Polonia, 29
- Francia, 23.6
- Alemania, 23.6
- Países Bajos, 23.3
- Dinamarca, 21.3
Aún así, es pertinente destacar que en realidad, no existe un mandato universal para que este paso se dé, todo depende de las condiciones personales y sociales.