Las aerolíneas se están planteando un nuevo reto: reducir e incluso eliminar los plásticos de un solo uso. Aunque son higiénicos y ligeros, estos plásticos representan entre el 17% y el 20% de los desechos producidos en un avión.
La reducción y eliminación de plásticos de un solo uso es una de las principales metas de la industria de la aviación. Sin embargo, este reto se enfrenta a las demandas de los pasajeros por alimentos en vuelos de larga distancia.
A pesar de ello, una encuesta de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) realizada a finales de 2023 muestra que tres cuartas partes de los pasajeros estarían dispuestos a reducir sus opciones de alimentos y bebidas para que las aerolíneas eliminen el plástico de un solo uso.
El plástico de un solo uso es común en los embalajes de la comida ofrecida por las aerolíneas debido a dos propiedades clave: es higiénico y ligero, lo que reduce el impacto en el balance de peso final de la aeronave.
“Aunque las botellas de tereftalato de polietileno (PET) son un elemento muy visible, solo suponen el 2% de los residuos”, admite la IATA, que representa a casi 300 aerolíneas en el mundo.
El objetivo es reducir costos y aumentar las ganancias de las aerolíneas, a la vez que se ayuda al medio ambiente. Sin embargo, es necesario analizar si los nuevos procesos y materiales sustitutos de los plásticos de un solo uso serán realmente convenientes a largo plazo.