Editorial Blackstone Magazine
Con apenas 20 años y siendo todavía estudiante de la licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Uaa), Alejandra Ruíz decidió empezar a explorar otro camino paralelo para su próximo desarrollo profesional: el emprendimiento.
Así fue como la joven universitaria empezó a idear lo que hoy día ya es una realidad: Rubs House, un restaurante de desayunos y brunch ubicado en la emblemática calle General Barragán, en la Zona Centro de la ciudad de Aguascalientes.
En entrevista con Blackstone Magazine, Alejandra Ruíz cuenta la historia de cómo comenzó con su negocio. Primero, comenta que ella ya desde antes había caminado la vía del emprendimiento, pues todo empezó con un proyecto de venta de arroz con leche.
“Más allá de eso, siempre me llamó la atención poner un negocio propio, un establecimiento de desayunos. Son los que se me hacen más lindos, además, el desayuno es mi comida favorita del día e incluso antes ya había trabajado en restaurantes de desayunos”, narra la emprendedora.
Y sigue: “cuando vi la posibilidad de poder rentar algo, me di a la tarea de buscar un lugar y, una vez que lo encontré, empecé con todo”. Se refiere a todo el plan para poder emprender un restaurante, un establecimiento en forma. Ya con el local pactado, se dedicó a conseguir todos los utensilios necesarios para poder arrancar con esto que hoy conocemos como Rubs House.
En México, emprender un nuevo proyecto de negocio no es sencillo, y si a eso se le suma que eres una estudiante de universidad, la ecuación se complica aún más. Sin embargo, eso no fue ni ha sido un impedimento para la joven emprendedora, pues de alguna u otra manera, con perseverancia, ha encontrado poco a poco el camino que le ha permitido crecer y posicionarse en la zona donde abrió su negocio.
Y esa perseverancia, cuenta, no es más que trabajo duro, pues, en su caso, para poder sortear todos los gastos y los obstáculos que implica crear algo nuevo, Alejandra Ruíz ha tenido que compensar con otro trabajo que le permita mantener a flote esta nueva oportunidad.
Cuando se le pregunta ¿qué es lo que más le ha gustado de emprender? Responde, sin titubear, que lo que más ha disfrutado de este viaje es el socializar:
“Me he encontrado con muy buenas personas, todas y cada una de ellas me han ido enseñando conforme a la práctica. ¿Qué quiero decir? Por ejemplo, si hay algo que tú no sabías ya otra persona sí, se los puedes aprender. Y así te vas dando una idea de lo que deberías hacer para poder mejorar”, comenta.
Las historias grandes empiezan dando el primer paso, y eso es algo que la emprendedora de apenas 20 años entendió. Son las historias como la de ella que nos ayudan a entender que emprender no es sencillo, pero es posible. El primer paso será difícil, el meollo del asunto está más bien en convertir ese paso en una larga carrera y no dejar que se vuelva en el último.
Para conocer más de esta historia, las puertas de Rubs House están abiertas todas las mañanas. “Les ofrezco la invitación. Es algo pequeño pero que está hecho con mucho cariño, que está para recibir a todas y todos, serán bien recibidos aquí porque yo quiero que se sientan como en su casa. Nos distingue nuestra comida casera, rica, hay para todos los gustos, desde lo picante hasta lo no picante, desde lo dulce hasta lo salado”, concluye.