Con el invierno en puerta, pero ya con un distinguible clima frío, es indispensable llevar una dieta equilibrada y rica en ciertas vitaminas para evitar “pescar” un mal resfriado.
Ingerir alimentos que nos ayuden a prevenir cualquier enfermedad debe ser una prioridad durante todo el año, pero, en las épocas gélidas esto se vuelve todavía más importante ya que, por mencionar un ejemplo, la falta de recepción de luz solar debilita a todas las personas.
Aquí te contamos de las vitaminas que no deben pasar por alto en este invierno pospandémico (y dónde encontrarlas):
- Vitamina A: es sumamente importante para reforzar al sistema inmune e incluso es benéfica para los riñones y el corazón. Esta puede encontrarse en hojas como las espinacas, la rúcula, pero también en el atún, en los huevos, las zanahorias y los lácteos.
- Vitamina C: antioxidante por excelencia, no puede faltar en la dieta diaria. La vitamina C es una must have durante el invierno. La familia de frutas cítricas aportan una buena dosis de esta, sin embargo, alimentos como los pimientos también la contienen en buena medida. De hecho, un pimiento tiene más vitamina C que una naranja.
- Vitamina D: protege al cuerpo de infecciones y agentes externos. Es una vitamina muy común, incluso el cuerpo la produce al exponerse al sol. Sin embargo, esta exposición se reduce durante el invierno, por eso es importante buscarla en alimentos como el salmón, las sardinas y productos lácteos.
- Vitamina E: al igual que la C, es un gran antioxidante que también funciona para prevenir enfermedades. Esta se puede encontrar en frutos secos (nueces, almendras), aceites vegetales y productos integrales.
Estas vitaminas también pueden encontrarse en suplementos, para su consumo, se recomienda asistir a su médico de confianza para una receta especializada.
Con información Kernpharma y Dosfarma