En el último informe de gobierno emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que deja el cargo “con la conciencia tranquila y muy contento”, convencido de que Claudia Sheinbaum, la próxima mandataria, continuará el proceso de transformación que ha liderado y contribuirá a reducir la desigualdad generada por los gobiernos neoliberales.
Desde un Zócalo capitalino lleno de simpatizantes, López Obrador destacó los logros de su administración, como la reducción de la inseguridad y el progreso del sistema de salud, que describió como “mejor que el de Dinamarca”. Subrayó que su gobierno ha actuado con respeto hacia los otros poderes del Estado y evitado cualquier tipo de corrupción, optando por promover una reforma al Poder Judicial que incluya la elección de jueces y magistrados por el voto popular.
Durante su discurso, que duró más de dos horas, el presidente consultó a la multitud sobre su postura respecto a la elección de jueces y ministros mediante el voto popular, una de las principales propuestas de la reforma al Poder Judicial. La mayoría de los asistentes respaldó la idea, lo que fue interpretado por el mandatario como un reflejo del sentir popular.
López Obrador también hizo un balance de la situación de seguridad en el país, afirmando que ya no existe un “narcoestado” como en gobiernos anteriores y destacando la disminución en delitos como homicidios dolosos. No obstante, reconoció que sigue pendiente la resolución de casos emblemáticos como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un tema que prometió seguir abordando hasta el final de su mandato.
Al concluir, el presidente expresó su confianza en que Sheinbaum reducirá aún más las desigualdades y llamó a sus seguidores a continuar apoyando el movimiento de transformación. Entre porras y gritos de «¡Presidenta, Presidenta!» dirigidos a Sheinbaum, López Obrador afirmó que ella es una «mujer extraordinaria y preparada» para llevar adelante su legado.
La plaza se llenó de sentimientos encontrados, con un aire de despedida en lo que podría ser el último gran mitin de López Obrador. Gobernadores y funcionarios presentes elogiaron su gestión y destacaron la importancia de consolidar el proyecto de transformación en curso, mientras la nación se prepara para la transición hacia un nuevo liderazgo bajo la batuta de Claudia Sheinbaum.