La piel es el órgano más extenso del cuerpo y uno de los más expuestos al paso del tiempo. Cambia con la edad, con el entorno y también con los hábitos. Por eso, cuidar la piel no es lo mismo a los 20 que a los 40. Conocer lo que necesita en cada etapa puede hacer la diferencia entre una piel saludable o una que envejece de forma prematura.
Especialistas en dermatología y cosmetología coinciden en que personalizar la rutina de cuidado facial según la edad es clave para mantener su elasticidad, brillo y salud. A continuación, te compartimos una guía básica para entender qué necesita tu piel en cada década:
- Aunque los signos visibles del envejecimiento aún no aparecen, los 20´s son el momento ideal para prevenir y establecer hábitos saludables de cuidado de la piel.
- Vitamina C en la mañana,
- Protector solar todos los días,
- Limpiezas faciales periódicas,
- Iniciar a utilizar contorno de ojos,
- Activos hidratantes y reparadores.
- En los 30´s, la piel puede volverse menos luminosa y comienzan a aparecer los primeros signos de envejecimiento. Es momento de reforzar la rutina:
- Retinol o derivados por la noche,
- Protector solar diario,
- Faciales pro-age y antioxidantes,
- Hidratación profunda con activos clave,
- Tratamientos despigmentantes o iluminadores.
- En la década de los 40´s, la clave está en regenerar, reafirmar y mantener una piel saludable y luminosa. La piel pierde colágeno y elasticidad, por lo que se requieren cuidados más específicos.
- Uso constante de retinol o bakuchiol,
- Faciales reafirmantes y nutritivos,
- Protección solar y antioxidantes combinados,
- Masajes faciales y técnicas de estimulación,
- Activos pro-age; péptidos, ceramidas y ácido hialurónico.
Más allá de las tendencias, una rutina constante, adecuada y supervisada por profesionales es la clave para lograr una piel sana a largo plazo. Así como el cuerpo cambia con los años, la piel también evoluciona. Escucharla y atender sus necesidades es un acto de cuidado personal que se refleja por dentro y por fuera.