N30 | Julio | 2022
El Mtro. Roberto Arellano Crespo y el Mtro. Felipe Muñoz Rodríguez tienen bajo su responsabilidad la Notaría Pública No. 62 y la Correduría Pública No. 15, respectivamente, además de liderar Arellano & Muñoz, una firma legal dedicada al Derecho Corporativo. Con una trayectoria de más de 30 años, han acompañado y forjado el éxito de particulares, empresas e incluso de los diferentes niveles de gobierno, por medio del ejercicio del Derecho con una profunda vocación de servicio en defensa del sector productivo y empresarial.
“Es muy curioso cómo la vida te lleva por ciertos caminos”, reflexiona Roberto Arellano, “Desde joven, me veía en una carrera humanista como el Derecho, incluso tenía el anhelo de convertirme en Notario Público; en ese sentido, la Correduría Pública fue un preludio a mi nombramiento como Notario, pues siempre me visualicé en la consultoría a empresas extranjeras; de hecho, es un servicio que aún ofrecemos y en el que tenemos algunos clientes; sin embargo, nuestro mayor éxito es y ha sido la asesoría a desarrollos inmobiliarios, de tal modo que ahora nos solicitan mucho para atender este sector. Así, la vida, impredecible, nos condujo a especializarnos en esa área. Es una labor que no imaginé realizar, pero que ha sido muy enriquecedora, gratificante y fructífera”.
El Mtro. Roberto Arellano Crespo es Notario Público No. 62 y Corredor Público No. 9, junto a su socio, el Mtro. Felipe Muñoz Rodríguez, el Corredor Público No. 15, lidera la firma legal Arellano & Muñoz, dedicada a ofrecer servicios en Derecho Corporativo, así como asuntos de propiedad industrial, financieros, inmobiliarios, además de las tareas propias de la labor notarial. Con una experiencia de más de 30 años, Arellano & Muñoz se ha consolidado como una destacada firma legal que ha participado en el crecimiento de Aguascalientes en el ámbito empresarial, inmobiliario e incluso a nivel gubernamental.
Un aliado estratégico del sector empresarial
Desde su fundación, Arellano & Muñoz se ha especializado en asuntos corporativos, societarios, financieros, además de apoyar a los desarrollos inmobiliarios en la creación de estructuras de fideicomiso, de parques industriales y en la identificación de mejores modelos de negocio que conduzcan a optimizar costos fiscales, siempre con una perspectiva conservadora y muy bien cuidada, con el objetivo de proteger el patrimonio de sus clientes.
“La gran ventaja que ofrecemos en nuestro despacho consiste en conjuntar dos prácticas profesionales distintas: la del Notario y la del Corredor Público”, afirma Roberto, “De este modo, contamos con la posibilidad de consolidar mejores esquemas y servicios para nuestros clientes. Por otro lado, hemos incorporado a expertos relacionados con aspectos que antiguamente solo trabajaban los despachos fiscales o contables; no obstante, más que sustituir sus labores, complementamos las actividades bajo una visión verdaderamente integral de nuestro servicio”.
Actualmente, Arellano & Muñoz es una firma en la que laboran casi 40 profesionales del Derecho, quienes se organizan en diferentes equipos para abordar las más diversas especialidades en materia corporativa, por ejemplo, una de las líderes se encarga de asuntos corporativos y tiene bajo su dirección a tres expertos abogados; otro líder se dedica a los contratos de créditos hipotecarios para bancos y créditos empresariales, con un equipo en el que también apoyan tres profesionales del Derecho. En palabras de Roberto Arellano, la Notaría Pública No. 62 posee el equipo legal más grande, robusto y especializado de Aguascalientes.
¿En qué momento acudir con un Corredor Público?
“Antes de convertirme en Corredor y Notario Público, me dediqué muchos años al litigio”, recuerda Roberto, “Participé en una infinidad de juicios, donde el centro de la controversia era, precisamente, un acto jurídico que, a su vez, constaba de un instrumento público que había que defender o destruir —dependiendo de qué lado de la cancha me tocara jugar—. Este trabajo me dejó una lección muy importante: los instrumentos públicos pueden ser muy frágiles y un descuido en torno a ellos trasciende en un daño patrimonial para la persona que utiliza el propio servicio de fe pública, ya sea a través de una Notaría o de una Correduría Pública”.
Los profesionales del Derecho que fungen como Notarios o Corredores Públicos son funcionarios a quienes la Federación les otorga la facultad de dar fe pública, de ahí que reciban el nombre de fedatarios públicos. Las actividades que desempeñan son similares, pero con un enfoque diferente: mientras que el Notario Público interviene en actos de naturaleza civil, como la escrituración, testamentos, entre otros instrumentos públicos, el Corredor Público se encarga de dar fe de hechos mercantiles.
“Una persona o una empresa debe acudir con un Corredor Público”, señala Roberto, “Cuando necesite el avalúo de bienes tangibles o intangibles para efectos fiscales (como garantizar un crédito), inmobiliarios o de negocios que están por ponerse en marcha, pero también en el proceso de remate o aplicación, así como para conocer el valor de mercado de un bien o de un derecho; también en la incorporación de sociedades, formalización de actas de asamblea o de sesiones de consejo y en la asesoría para elaborar contratos mercantiles. Otra dimensión de la Correduría Pública es la consultoría para negocios que están en crecimiento, consolidación y arraigo, pues comprende un proceso muy complejo y delicado”.
En fechas recientes, el sistema legal en México ha impulsado figuras jurídicas dirigidas a la mediación y a la conciliación. Las labores del Corredor Público también integran la mediación y, de hecho, está contemplada en la Ley Federal de Correduría Pública. Para Roberto Arellano, un mediador actúa como una bisagra para resolver una controversia, pero guiando a las partes para que construyan la respuesta o la solución del conflicto, de ahí su importancia.
Notaría Pública No. 62: la distinción del liderazgo
En el ejercicio del Derecho, Roberto Arellano Crespo tiene una trayectoria de más de 30 años; sin embargo, la Notaría Pública No. 62 cuenta con tres años de actividad, a pesar de que el nombramiento se realizó hace casi seis años.
“Una de las satisfacciones más grandes en mi trayectoria como profesional del Derecho es haber ganado mi fiat notarial”, afirma con orgullo Roberto, “Mi nombramiento como Notario me lo dieron hace seis años; sin embargo, hubo quienes interpusieron una inconformidad y el proceso además de alargarse, se volvió muy incómodo. A pesar de tener todo en contra, logramos salir victoriosos y —la verdad sea dicha— triunfamos en todas las instancias: en un primer momento, yo mismo me encargué de elaborar la contestación, posteriormente conté con el apoyo de dos talentosos abogados, a quienes tuve como alumnos. Sí reconozco que fue muy satisfactorio, porque de nueve candidaturas que hubo, solo tres logramos obtener el fiat notarial”.
En tres años de labores, la Notaría No. 62 que lidera Roberto Arellano Crespo ha asumido la responsabilidad de más de 7 mil 200 instrumentos públicos y contemplan que al cierre del año lleguen a 8 mil 500. En palabras de un Visitador de Notarías, como autoridad que regula a las propias Notarías, es una cifra récord, porque ningún fedatario de Aguascalientes ha alcanzado los volúmenes de protocolos con los que ya cuenta la Notaría No. 62 en sus primeros tres años de ejercicio.
“Nuestro trabajo es ofrecer certeza jurídica, tranquilidad a las personas”, explica Roberto, “Hasta el día de hoy, no ha habido un instrumento público que nos destruyan o que sea demandado en un juicio y que se declare nulo. Tampoco, como suele decirse, se nos ha pasado una bola rápida a causa de alguna simulación de personalidad, que es un problema que suele ocurrir. Sabemos que son riesgos que todos los fedatarios tenemos, pero hemos sido muy cuidadosos. Incluso, hay operaciones que rechazamos, pues detectamos riesgos, contingencias o simplemente no estamos de acuerdo con la forma en que se desarrolla un asunto o negocio. En esos casos, preferimos ser muy claros y retirarnos”.
Para Roberto Arellano Crespo, el éxito de una firma legal radica en la vocación del servicio. Por ello, siempre procura atender de primera mano a quienes solicitan sus servicios, tanto en la Notaría Pública, en la Correduría Pública y en Arellano & Muñoz. Bajo la visión de un despacho con las puertas abiertas y vocación de servicio, Roberto Arellano y su socio, Felipe Muñoz, ejercen sus funciones con miras a impulsar el bienestar de las personas y las empresas.
Arellano & Muñoz
Consultores Legales
Notaría Pública No. 62Correduría Pública No. 15
Mtro. Roberto Arellano Crespo
Mtro. Felipe Muñoz Rodríguez
www.arellanoymunoz.com.mx
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