De todos los ejercicios, probablemente el yoga es uno de los más infravalorados, pero que, en contraparte, en realidad es uno de los que más beneficios físicos y mentales brinda a quienes lo practican.
La historia del Yoga es milenaria; se remonta a miles de años atrás, en la India, desde donde heredamos en el occidente esta histórica disciplina que combina la respiración, la fuerza, la perseverancia, la paciencia y más.
¿Qué es el yoga?
Más allá de considerarlo como un “deporte” o un ejercicio físico, el yoga es en realidad una disciplina donde se implica trabajo físico, pero también mental y espiritual. De hecho, la palabra yoga significa “unión” y justo hace referencia a la unión de la mente, el cuerpo y el alma.
Es tan antigua y tan amplia esta disciplina, que incluso tiene “teoría”, que es donde se han ido desarrollando las distintas posturas, sin embargo, no es necesario conocer todo desde un principio, ya que puedes empezar desde cero para ir conociendo todo de poco en poco.
Por ello, aquí compartimos algunos de los beneficios que el yoga puede traer a tu vida una vez que decidas implementarlo:
- Mejor respiración: esta es quizá una de las partes más fundamentales del yoga. Practicarla ocasionará una mejor respiración (fluida) mejora nuestro estado de ánimo en el día a día, ya que ralentiza el ritmo cardíaco y relaja los músculos.
- Flexibilidad: al tratarse de posturas donde se involucra la manera de respirar, el yoga permite a las personas mejorar su flexibilidad, eso ayuda, por ejemplo, a aliviar dolores musculares y tensiones físicas y mentales.
- Mejor postura: poco a poco le irás diciendo adiós a la espalda encorvada, las posturas y el ejercicio físico que implica ayudan a corregir tu postura en el día a día.
- Músculos y huesos más resistentes: el yoga contribuye a evitar la pérdida de masa ósea, aumenta la flexibilidad de las articulaciones y nos ayuda a tener un cuerpo más tonificado.
- Tranquilidad: el yoga permea también en el sistema nervioso, al tratarse de una disciplina personal, ayuda a generar tranquilidad, reduce el ritmo cardiaco y ayuda a bajar la presión sanguínea
- Quema de calorías: las posturas pueden ser de lo más “sencillas” al principio, pero requieren de esfuerzo y suponen un gasto de energía. En cuanto se eleva el nivel de dificultad, esta disciplina nos ayuda en la quema calórica.