Por Anaisa González Orozco
Existen varios tipos de calambres musculares; por ejemplo, los ocasionados por algún medicamento o aquéllos que son parte de enfermedades que afectan los músculos, como es el caso de la enfermedad de Duchenne. Sin embargo, en esta nota vamos hablar de los calambres musculares asociados al ejercicio – EAMC.
Los EAMC son bastante comunes en atletas que participan en carreras largas como maratones y triatlones, incluso en nadadores expuestos a temperaturas muy frías. A pesar de su alta incidencia en el deporte, no existe una causa en específico, ya que se asocian a varios factores causales.
Los calambres musculares asociados al ejercicio se pueden definir como “contracción dolorosa, espasmódica e involuntaria del músculo esquelético que se produce durante o inmediatamente después del ejercicio.” Suele mantenerse, esta contracción, unos segundos e incluso minutos. Pueden aparecer en cualquier músculo, pero los más comunes son gemelos, cuádriceps e isquiotibiales.
Desde hace bastante tiempo, se ha dicho que los calambres están relacionados a las condiciones calurosas y, por ende, a una sudoración intensa, lo que sugería la teoría de que aparecían por “agotamiento de electrolitos y deshidratación;” hipótesis que hasta la fecha se sigue utilizando. Sin embargo, existe otra teoría que habla sobre una alteración en el control neuromuscular, resultado de una fatiga muscular causante de la aparición de EAMC.
Esta teoría inició con un estudio realizado en corredores sobre la aparición de calambres en el deporte, lo que llevó a profundizar en el tema. Con esto se logró afirmar que los calambres musculares también pueden ser considerados como una anormalidad en la relajación del músculo.
Causas más comunes
- Sobreentrenamiento.
- Deshidratación.
- Déficit de algunos minerales como magnesio, zinc, potasio y calcio.
- Déficit de algunas vitaminas del grupo B.
- Problemas circulatorios que provocan un déficit sanguíneo al músculo.
- Incorrecto funcionamiento del músculo en el momento de su acción – pueden coexistir otras disfunciones.
Recomendaciones
- Realizar actividad física regularmente para mantener en buen estado tus músculos.
- Hidratación adecuada antes, durante y después del ejercicio.
- Alimentación variada y equilibrada.
- Ropa y calzado adecuado para tu actividad deportiva.
¿Qué hacer durante un calambre?
Debes suspender la actividad y realizar el estiramiento del músculo afectado de forma lenta y mantenida, hasta que vaya desapareciendo. Yo te recomiendo estirar al menos 45 segundos – puedes encontrar más información sobre los estiramientos en mis artículos anteriores. Utiliza una compresa húmedo-caliente y colócala en el músculo por 15 minutos, teniendo cuidado con la temperatura en tu piel.
Es importante que entrenes bajo asesoramiento deportivo, ya que una carga excesiva o poco reposo muscular puede traer consigo múltiples alteraciones músculo-esqueléticas.
Referencias
Schwellnus, M.P. (2019). Causas de los calambres musculares asociados al ejercicio (EAMC): ¿Control neuromuscular alterado, deshidratación o agotamiento de electrolitos?. Revista de Entrenamiento Deportivo. Vol. 33, No. 1. Obtenido de: https://g-se.com/causas-de-los-calambres-musculares-asociados-al-ejercicio-eamc-control-neuromuscular-alterado-deshidratacion-o-agotamiento-de-electrolitos-1296-sa-p57cfb271ebecc
“Durante un calambre, debes suspender la actividad y realizar el estiramiento del músculo afectado de forma lenta y mantenida, hasta que vaya desapareciendo.”
Anaisa González Orozco