Por Alborada Olivares
De acuerdo con análisis y encuestas realizadas, en México, un empleado trabaja en promedio de 9 a 11 horas diarias, la mayoría de las ocasiones con el objetivo de mantener un estatus, o bien, por una búsqueda de aceptación o acreditación social, bajo la cual suponemos que si trabajamos más, las personas tendrán una mejor imagen de nosotros.
Normalmente, la sobrecarga de trabajo es una dinámica contraproducente, ya que el cansancio natural, el desgaste físico, mental y emocional, el estrés y la rutina termina por consumirnos. México también es uno de los países con mayores niveles de estrés en el mundo. Aquí es donde podríamos preguntarnos: ¿por qué?
Cuando hablamos de calidad de vida, debemos tener bien claro que no está directamente relacionada con la cantidad de dinero, objetos, inversiones, trabajo o estatus social que pudiésemos llegar a tener. Al respecto, Eduardo Galeano decía: “los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas”.
Hoy me gustaría platicarte un poco de lo que es la verdadera calidad de vida.
Como ejemplo de uno de los países que viven una situación contrastante con la nuestra, tomo Dinamarca, pero en el caso de las ciudades me gustaría referirme a Ámsterdam, en los Países Bajos. Una ciudad joven, en constante movimiento, multifacética y viva. En Ámsterdam, se tiene bastante clara la importancia de pasar tiempo de calidad con los amigos y la familia. Las jornadas laborales son cortas y las actividades recreativas, de diversión y esparcimiento son abundantes.
Está claro, también, que las condiciones y necesidades de cada país, incluso de cada ciudad, no son las mismas, pero sí que puedes cambiar tu núcleo, iniciando por ti mismo.
¿Cómo puedo cambiar y enriquecer mi rutina diaria?
Bueno, lo que sí puedes hacer, para empezar, es encontrar actividades que te hagan crecer, sin que las veas como una obligación o un trabajo más. Visitar un museo es una excelente opción, ya que no solo distraes tu mente, sino que también rompes tu rutina, al vivir un espacio visualmente atractivo, relajante e interesante. La mayoría de los museos en México tienen entrada gratuita.
Caminar es una de las actividades que se relacionan con la salud mental y física: nos ayuda a despejar el pensamiento y si la combinas con tu playlist favorita, mejor. Recuerda que no siempre es necesario el uso del auto: si tienes un mercado, una cafetería, un bar, una plaza o un jardín cerca, no necesitas más pretextos para experimentar una nueva dinámica de transportarte. Tu mente y tu cuerpo lo agradecerán, ¡no olvides que la bicicleta también es una excelente opción!
La comida es otro ejemplo perfecto de lo que te invito a cambiar. Todos comemos, pero pocos experimentamos. No importa si es en casa o fuera, solo o en compañía. La comida no debe volverse una rutina: comienza por el agradecimiento de tener un plato en la mesa (sea cual sea), cada alimento del día es una experiencia de sabor, de compañía, de pláticas, conversaciones, risas, intercambios, ¡ninguna es igual a otra! Y todo eso debemos valorarlo.
Y sí: la calidad de vida también está muy relacionada con el tiempo que pasamos con nuestros amigos. No debemos sentir culpa por quedar en donde sirven nuestro café favorito y pasar horas platicando, ir al bar con los compañeros (sí, aunque sea en martes), porque eso también es una de las mejores terapias antiestrés, siempre y cuando se haga con medida.
El ejercicio, como ya sabemos, tiene un número infinito de beneficios que pueden servirnos para liberar la presión que llegamos a acumular durante los horarios laborales. Los cambios siempre son positivos, a nivel mental, emocional y, por supuesto, físico.
Por último, el descanso es lo más reparador. Hay que aprender a ser conscientes del tiempo para descansar y enfocarnos en hacer solo eso. Está bien ver tu serie favorita, no salir y hacer maratón.
Debemos entender que, como seres vivos de naturaleza social, siempre será una necesidad básica el esparcimiento, la tendencia a estar en grupo, la diversión y el descanso.
Todo empieza abriendo la mente hacia una nueva perspectiva. Recuerda buscar, en cualquier momento, tiempo de calidad.