Por L.N. y H.C. Natalia Torres Pérez
La INFLAMACIÓN desempeña un papel fundamental en la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el asma y la enfermedad de Alzheimer. Cuando la inflamación es fuerte y prolongada, llega a ser muy perjudicial para la SALUD, pues promueve el envejecimiento prematuro. Los factores que la activan en tu cuerpo son: infecciones, toxinas, mala alimentación y estilo de vida poco saludable. Por ello, es importante identificar y sustituir el consumo de los alimentos PROINFLAMATORIOS y por el de alimentos reales:
- Ácidos Grasos Omega 6: Son necesarios, al igual que el Omega 3. Sin embargo, las dietas actuales suelen tener un exceso de los primeros y una deficiencia de los segundos, lo que produce un desequilibrio que puede generar una reacción inflamatoria en el cuerpo.
- Grasas Trans: Definitivamente, deberías eliminarlas de tu dieta, ya que se relacionan con un gran número de enfermedades. La puedes encontrar en la margarina, los aceites hidrogenados, papas de paquete, galletas, pastelería industrial, cremas de café y comida rápida.
- Carbohidratos Refinados y Azúcar: Aumentan la inflamación y el estrés oxidativo. Se encuentran en harinas blancas, azúcar de mesa, alimentos procesados, pastelería y refrescos.
- Ultraprocesados: Preparaciones industriales que suelen contener altas dosis de grasas poco saludables, azúcares refinados y químicos – embutidos, pizzas, cereales para desayuno, bebidas y jugos de caja, y todo producto con más de 5 ingredientes no naturales.
Así que, ¡mucho ojo con la calidad y cantidad de los alimentos que consumes! Puedes estar inflamando a tu cuerpo por medio de ellos.
“La inflamación desempeña un papel fundamental en la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el asma y la enfermedad de Alzheimer.”
Natalia Torres Pérez