El próximo año será uno de los más importantes en la vida electoral de México: habrán elecciones presidenciales, pero no sólo eso, también se disputarán 128 curules del Senado, 500 de la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas y 30 congresos locales.
Sin duda, el reto y el cambio que este proceso electoral puede representar es grande, más en un contexto donde los partidos tradicionales están perdiendo la fuerza que antes tenían.
Así pues, tanto del lado oficialista como del de la oposición, ya hay personas que han levantado de mano en la carrera hacia la presidencia de la República en el 2024; por un lado, el Partido Acción Nacional (PAN) tiene a la senadora Lilly Téllez, así como al exsecretario de gobernación de Vicente Fox, el diputado federal Santiago Creel.
Por el otro, Morena -hoy el partido que gobierna en la mayor parte del país- tiene ya también sus prospectos, son tres: el secretario de gobernación, Adán Augusto; la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y el todavía Canciller, Marcelo Ebrard.
De hecho, este último recientemente anunció un paso fuerte en su camino al Ejecutivo Federal, pues recientemente dio a conocer que renunciará a la cancillería con miras hacia el 2024, para entrar de lleno a su campaña.
“He resuelto solicitar y presentar mi renuncia a la SRE a partir del lunes 12 de junio a primera hora con el propósito de dedicarme de lleno con alegría y resolución a defender el proyecto que encabeza nuestro presidente en toda la República Mexicana, las políticas de avance de la Cuarta Transformación y las propuestas sobre su futuro y cómo mantener la Cuarta Transformación”, destacó el político mexicano.
Lo anterior se dio después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador organizara una reunión con los prospectos y aspirantes a la candidatura presidencial.