Para esta edición, nos fuimos al norte de la ciudad a conocer un poco más sobre Casa Petra, una panistería que ofrece talleres culinarios para personas de todas las edades y niveles de experiencia. Lo único que se necesita es el deseo de aprender sobre el fascinante mundo de la cocina. Más que una panadería, es un lugar donde la creatividad culinaria se une a la pasión de cada persona por medio de sus talleres de cocina, los cuales buscan inspirar a las personas a superar estigmas sobre el mundo de la gastronomía. Platicamos con los fundadores, Emmanuel Cariño y Gabriela Baleón, quienes nos compartieron datos interesantes sobre su negocio y visión a futuro.
Cocina accesible para todos: La esencia de Casa Petra
Emmanuel y Gabriela, cuentan que la idea surgió de su experiencia en un negocio familiar dedicado a la panadería y pastelería, donde ambos se encargaban de realizar tareas tanto de producción como de administración. Este aprendizaje les permitió adquirir los conocimientos necesarios para lanzar su propio negocio.
Su pasión por la gastronomía y su formación como chefs de la Universidad Mondragón, en Querétaro, los impulsó a crear un espacio donde la gente pudiera conectarse con la cocina. Así fue como decidieron ofrecer talleres de cocina, no solo enfocado en postres, sino también en otros platillos como pizzas y pastas.
«Como decía el chef Gusteau en Ratatouille: ‘Cualquiera puede cocinar’ así que lo que buscamos es que las personas vengan, aprendan, disfruten, se desestresen y puedan adentrarse un poco en el mundo de la gastronomía” destaca Emmanuel.
El concepto de un espacio cercano y accesible, que combina la venta de productos de panadería con talleres culinarios, ha sido pieza fundamental para el éxito de Casa Petra. “Lo que buscamos siempre es poder ayudar y servir a alguien más. Si yo tengo un conocimiento que a ti te puede servir, yo quiero que tú lo puedas disfrutar, lo puedas ver, lo puedas hacer en tu casa”, explica Emmanuel.
La pandemia tuvo un impacto significativo que benefició al negocio, esto debido a que muchas personas buscaron nuevas formas de distraerse y experiencias que sumaran a su vida espiritual y emocional ofreciendo un refugio a cada uno de sus visitantes donde puedan romper la rutina del día a día.
“No sabemos cuánta gente tiene un chef escondido, pero por el miedo al fuego, a la estufa, al romper un huevo, como que no desarrolla bien esos dones. Entonces lo que buscamos es un espacio donde tú puedas ver que también tienes habilidades en la cocina”, señala Emmanuel.
“Casa Petra se ideó como un lugar para romper la barrera que se tiene de la cocina, como que no puedo hacer ni un huevo, que hasta el agua se me quema, etc. Aquí en Casa Petra te impulsamos a que puedas romper con todos esos mitos, ya que aquí todos son aptos para cocinar”, afirman los fundadores con entusiasmo.
Rompiendo mitos y descubriendo talentos en la cocina
Los talleres de Casa Petra ofrecen tanto técnicas culinarias como una formación integral. Cada una de sus clases incluye: chef instructor, recetario digital, toda la materia prima, utensilios, mandil y, por supuesto, la experiencia completa. Todo comienza con una dinámica de presentación y luego el chef guía a los asistentes durante el trayecto de toda la clase, mismos que ya tienen sus ingredientes medidos y pesados para evitar contratiempos.
La idea de proporcionarles la receta en formato digital es para que la puedan replicar en casa y no sea solo como una actividad divertida de taller, sino que también se pueda aplicar lo aprendido fuera de él.
En cuanto a la duración del taller, estos oscilan entre las tres y cuatro horas y media, todo va dependiendo del tipo de comida que se esté realizando. Por ejemplo, cuando se trata de la elaboración de pan, el tiempo de fermentación de la masa es un gran influyente, mientras que en uno de comida como sushi puede ser más corto, ya que tan solo se necesita cocer los ingredientes y preparar el arroz.
Actualmente, los talleres pueden ir de 8 hasta 12 personas como máximo. Esto con la idea de que el espacio se ajuste adecuadamente a las necesidades de cada asistente, de este modo, los asistentes pueden recibir atención directa, aclarar dudas y disfrutar de una experiencia más cercana y detallada.
De la incertidumbre al éxito
Al comenzar, su principal preocupación era saber si a la gente le gustaría asistir a los talleres. Aunque ya contaban con experiencia en la elaboración tanto del pan como de los pasteles, ofrecer un taller de cocina representaba algo nuevo para ellos.
Ambos temían cómo sería recibida la propuesta y, sobre todo, si la gente disfrutaría de la experiencia de asistir, cocinar con un grupo de personas desconocidas y aprender desde cero. Sin embargo, gracias a Dios, la respuesta de la gente superó todas sus expectativas y temores, motivándolos a seguir mejorando.
Otro aspecto clave de su éxito es que la gente está en busca de nuevas experiencias. Así, en Casa Petra han recibido solicitudes para eventos privados, como Baby Showers y festejos de cumpleaños. Los grupos de amigos y familiares, pueden organizar talleres a su medida, ya sea de pasta, pizza desde cero, galletas, entre otros.
Con el paso del tiempo, han logrado construir una comunidad entre los asistentes a sus talleres, gracias a que se fomenta la interacción y el intercambio de experiencias, consejos y contactos. Al final de cada clase, los participantes tienen la oportunidad de degustar lo que cocinaron y complementarlo con productos de la vitrina de Casa Petra, ofreciendo así una experiencia culinaria completa.
De esta manera, Casa Petra brinda una experiencia culinaria enriquecedora y la oportunidad de establecer nuevas relaciones y amistades, creando poco a poco conexiones entre personas que antes no se conocían.
“Una vez, después de un taller de tartas, dos señoras jubiladas dijeron: ‘pues vengamos una vez al mes’. Así es como se crean nuevos lazos, nuevas relaciones y nuevas amistades”, relata Gabriela.
Para ellos, la cocina es solo el comienzo de una oportunidad para conectar con otros, compartir experiencias y crear un ambiente de comunidad, donde las conexiones surgen de manera natural y espontánea.
Un futuro lleno de nuevas experiencias gastronómicas
El objetivo de abrir Casa Petra fue establecer una empresa sólida que crezca y se multiplique con el paso del tiempo. Es por esto que ambos decidieron fijar objetivos en tres plazos: a largo plazo, la idea es expandir el concepto a otras áreas de la ciudad; a mediano plazo, se busca aumentar la capacidad de personas que pueden ser atendidas en cada taller; y a corto plazo, el enfoque está en seguir consolidando la calidad que ha caracterizado al negocio desde sus inicios.
Asimismo, se busca ofrecer cursos más especializados, mismos que se impartirán de forma más extensa. Para esto desean integrar a su equipo más chef profesionales, que sean expertos en diversas ramas de la gastronomía. La diferencia entre un curso y un taller es que el primero incluye un componente más teórico.
Para los próximos meses, se prevé diversificar aún más la oferta de productos. Por ejemplo, en este mes se lanzarán bombones de chocolate, y en marzo se abrirá una nueva línea de productos. Estas nuevas propuestas no solo buscan enriquecer la experiencia de los talleres, sino también complementar la venta al público. Cada uno de estos pasos se está diseñando para fortalecer la línea de productos, con una estrategia cuidadosa que permita un crecimiento ordenado.
Actualmente, se ofrecen bebidas, sándwiches y productos de panadería, como el popular Crookies, que ha tenido un excelente recibimiento. También se han añadido pastelitos individuales para que los clientes puedan disfrutar de un pequeño deleite después de sus talleres. Las solicitudes de los visitantes, como el café y la tizana, han sido tomados en cuenta. Y planean seguir ampliando estas ofertas para complementar las experiencias culinarias de cada uno.
Aprende, cocina y celebra en Casa Petra este febrero
Casa Petra se prepara para ofrecer su primer curso enfocado en croissants, mismo que se realizará en dos días: uno por la tarde y otro por la mañana. Además, para este 14 de febrero, han preparado una experiencia única inspirada en la famosa película de La dama y el vagabundo. Las parejas preparan una cena romántica juntos, donde aprenderán a realizar pasta desde cero, misma que se acompañará con albóndigas. Y al finalizar y para disfrutar de una velada especial completa, se les proporcionará un delicioso tiramisú de postre y una copa de vino a cada uno para acompañar. Esta experiencia estará disponible los días 14 y 15 del presente mes.
Y para las amistades, el 15 de febrero Casa Petra organizará un Valentine’s Cake Party, una divertida actividad en la que un grupo de amigos podrá decorar su propio pastel y al finalizar disfrutaran de un brunch compuesto de un croissant de jamón y queso acompañado con una deliciosa mimosa.
Casa Petra ha logrado crear un ambiente único, donde el aprendizaje culinario se fusiona con la creación de lazos personales, permitiendo que cada asistente descubra nuevos sabores, técnicas y, sobre todo, el potencial que tienen en la cocina. Ya sea para una tarde de talleres o una celebración especial, Casa Petra se ha convertido en un lugar donde todos, pueden sentirse como chefs en su propio hogar.