En un anuncio histórico, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reveló que Minerva Citlalli Hernández Mora será la primera titular de la recién creada Secretaría de las Mujeres. Este nuevo organismo sustituirá al Instituto Nacional de las Mujeres, elevando su rango a Secretaría de Estado, con la misión de impulsar políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de las mujeres mexicanas.
Sheinbaum explicó que la designación de Hernández Mora se basó en un proceso de consulta con mujeres cercanas a su entorno, destacando la importancia de contar con una figura joven y comprometida al frente de este nuevo ente gubernamental. Con apenas 34 años, Hernández Mora, originaria de la Ciudad de México, asumirá esta responsabilidad con la promesa de llevar la agenda de igualdad y derechos de las mujeres a un nivel prioritario en el próximo gobierno.
Minerva Citlalli Hernández no es ajena al servicio público ni a la lucha social. Actualmente se desempeña como secretaria general del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y ha ocupado cargos relevantes en el Senado de la República, la Cámara de Diputados y el Fondo de Cultura Económica. Su trayectoria en el ámbito político y social ha estado marcada por un profundo compromiso con las causas progresistas, destacándose como una activista incansable desde sus años de adolescencia.
Formada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió Ciencias de la Comunicación, Hernández proviene de una familia con fuertes convicciones políticas de izquierda, con raíces cardenistas y lopezobradoristas. Su activismo se remonta al movimiento estudiantil #YoSoy132 y a las movilizaciones en contra del desafuero del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con este nombramiento, Claudia Sheinbaum busca consolidar su administración como una que promueve la igualdad de género y los derechos de las mujeres, en un país donde la lucha por la equidad sigue siendo un desafío constante. La creación de la Secretaría de las Mujeres y la designación de Hernández Mora marcan el inicio de una nueva era en la política mexicana, con la esperanza de que las mujeres ocupen un lugar central en la toma de decisiones.