Por Mauricio Luévano Martínez
Si no es lo más importante, sin lugar a dudas está dentro de lo más importante al momento de visitar, aprender y tratar de entender una cultura. Incluso, en muchos casos, la comida, lejos de ser una forma de saciar una necesidad biológica, es considerada parte importante en actos religiosos, ritos o tradiciones. La gastronomía es, hoy en día, un motivo de orgullo de tus propias costumbres, seas de la cultura que seas, además de ser considerada un símbolo de identidad. Los elementos que conforman la gastronomía de una región en específico van mucho más allá de lo que muchas veces imaginamos. En prácticamente todos los platillos típicos de cualquier región que quisiéramos hablar, podemos encontrar, además de sus ingredientes autóctonos, técnicas de cocción y utensilios, los hechos históricos, conquistas, conflictos, guerras, carencias e influencias extranjeras que esta cultura ha sufrido y cómo es que todo esto, a lo largo del tiempo, se ha ido adhiriendo a su gastronomía, a tal grado de que la misma comida se vuelve capaz de contarte lo que ahí se ha vivido desde sus inicios y cómo es que ha ido evolucionando con el paso del tiempo; en pocas palabras, es historia que se come.
La gastronomía se vuelto muy importante a la hora de hacer turismo, ya sea en tu propio país o en el extranjero. Seguro aprenderás algo importante mediante la comida. Incluso se nota cuando se regresa de algún viaje; inevitablemente, alguien preguntará: ¿Y qué comen allá? ¿Qué es lo más raro que comen? ¿En serio se comen eso? ¿No extrañaste la comida de aquí? La comida se vuelve un medio de comunicación; tan es así que, cuando tienes la oportunidad de visitar otro país, te das cuenta de que los propios locales son quienes quieren que pruebes lo que ahí hacen, te presumirán su platillo emblemático, te alentarán a probarlo e incluso te llevarán a su sitio favorito, ése donde ellos dicen que lo hacen de la mejor manera. Asimismo, tú, al querer explicar de dónde vienes, querrás transmitir lo que tu cultura representa, intentarás platicar e incluso preparar algún platillo típico para que lo puedan probar y, si tienes la oportunidad alguna vez de hacerla de anfitrión y ser tú el local, también querrás que prueben, conozcan y se adentren en tu cultura, volviéndote, mediante la comida, un embajador de tu propia cultura.
“La gastronomía es, hoy en día, un motivo de orgullo de tus propias costumbres, seas de la cultura que seas.”
Mauricio Luévano Martínez