Por Joaquín Cruz Lamas
La razón es muy sencilla: no lo hacen. No tienen que hacerlo. Mejor dicho, Matt Groening y su equipo de animadores y guionistas, que son quienes verdaderamente están detrás de toda la diversión, no tienen que predecir el futuro. No son adivinos ni hechiceros, tampoco magos o brujos. No son Nostradamus ni nada por el estilo. De hecho, en estricto sentido, predecir el futuro es imposible. A lo mucho, lo que se puede hacer son pronósticos, pero estos llegan a fallar: no son sentencias que siempre se cumplen. ¿Qué es lo que tienen estos sujetos entonces? ¿Cómo es que lo que aparece en esa fabulosa serie de televisión siempre termina cumpliéndose? Bueno, ello sucede, porque si hay una cualidad que sí tienen —y que los distingue del resto de la población— es que son muy observadores.
Este fenómeno cultural puede explicarse si echamos un vistazo a nuestros amigos, los antiguos griegos, quienes ya se habían topado con cuestiones parecidas. Sócrates fue tildado por el oráculo de Delfos como el hombre más sabio del mundo. ¿Por qué? No solo porque era una persona sumamente inteligente (sabiduría no es siempre igual a inteligencia), sino porque era consciente de dos verdades fundamentales: que era un ignorante y que el camino corto a la sabiduría es conociéndose a uno mismo.
El oráculo de Delfos tenía inscrita en su dintel la famosa frase “conócete a ti mismo.” ¿Por qué? Porque eso era lo que hacía el oráculo: no predecía tu futuro porque tuviera poderes mágicos, pero sí porque tenía un modo especial de ver las cosas. Los griegos (que finalmente eran quienes estaban detrás de oráculo) podían pronosticar el futuro gracias a que conocían a profundidad a las personas. Llega un momento en que el conocimiento que tenemos de un individuo es tan preciso, que somos capaces de saber cómo va a actuar en ciertas circunstancias. Por eso el oráculo recomendaba conocerse a uno mismo, para que el destino no nos tome por sorpresa. Los griegos y los Simpson tienen eso en común: un conocimiento increíblemente profundo de su objeto de estudio. ¿Qué estudian los Simpson? Aquello de lo que se burlan, es decir, la sociedad contemporánea. En concreto, la sociedad norteamericana. Los Simpson tienen esta visión privilegiada por el hecho de ser una comedia. Esta, en última instancia, trabaja con la realidad del sujeto del que se ríe. En otras palabras, los Simpson han podido predecir el futuro gracias a su conocimiento inigualable de la sociedad americana. Dicho conocimiento les viene de la forma excelente en que hacen comedia. Porque la comedia, aunque de forma caricaturesca, siempre nos revela alguna verdad sobre nosotros mismos.