Por Ma. del Carmen Pérez Valdés
Quisiera empezar diciendo que el éxito depende un 80% de nuestra psicología. Entre más cuidemos nuestra mente, mejor nos sentiremos y, por consiguiente, nuestra calidad de vida se elevará.
Marco Aurelio, emperador romano y filósofo, escribió: “si es humanamente posible, considéralo dentro de tu alcance”. Para crear mejores finanzas, tener una buena relación de pareja, una mejor conexión con las personas, una mejor salud, hay que desarrollar independencia emocional y autoestima.
La base de la autoestima es creer que eres una persona capaz de lidiar con los problemas que la vida te presenta y creer que eres una persona capaz de crear y conseguir. Piénsalo así: cuando no te crees capaz de lidiar con el sufrimiento, te aferras a las personas, aunque no te hagan bien y sin saberlo esa dependencia te hace perder incluso lo que creías seguro, pero irónicamente, al incrementar tu autovaloración, tu amor propio, empezarás a estar más y más dispuesto a soltar, porque tienes más confianza en lo que puedes superar y en lo que puedes crear.
¿Cómo puedes elevar tu propio nivel de funcionamiento mental en el que sea más fácil para ti conseguir las cosas que quieres? Para responder esta pregunta, me permitiré compartir algunos aspectos esenciales:
- Personas notablemente exitosas creen en la causa y el efecto objetivos. Estas personas creen que todo lo que existe es producto de causa y efecto; que ellos tienen el poder para influir en esa causa y ese efecto. En pocas palabras, te puedes dar cuenta de que las personas que no tienen éxito simplemente dejan que la vida los lleve para un lado y para el otro, porque no están reconociendo su propio poder para influir. Tú puedes influir en tus finanzas, en tu relación, en cuánto una persona se enamora de ti. En pocas palabras, toma y asume tus responsabilidades.
- Personas altamente efectivas, que tienen amor propio, autoestima, elevan su pensamiento al grado de entrenarse para ver lo que hay en lugar de lo que no hay. En el mundo hay de todo; si piensas que todo está mal o que todo es muy difícil, vas a voltear afuera y vas a encontrar que todo está mal y es difícil. Tú puedes condicionar tu mente para enfocarte en lo que hay, en lo que sí puedes utilizar en lo que sí tienes. Las personas exitosas se enfocan más en lo que hay que en lo que no hay. Porque por más que te enfoques en lo que no hay, y te decepciones y te quejes, no puedes hacer nada con eso, pero cuando te enfocas en lo que sí hay, en las oportunidades, empiezas a aprovecharlas. Y esas son las personas que terminan consiguiendo amor, salud, dinero. Este punto me hace reflexionar en que hemos sido educados por mucho tiempo en la idea de centrarnos más en nuestras limitaciones, en nuestros defectos, en lugar de enfocarnos en nuestras fortalezas para lograr lo que buscamos en nuestras vidas. Te invito a que constantemente recuerdes tus fortalezas: vivir enfocado o enfocada en lo positivo te ayudará a progresar y tener una vida más plena.
- Personas altamente exitosas aprenden a automotivarse, necesitan ponerse en situaciones para ganar, saben hacerlo. Un ejemplo sencillo: cuando estás tratando de cambiar tu alimentación y te pones en frente un frasco de chocolates, eso no es ponerse en una situación para ganar; eso es poner la tentación a tu alcance para regresar a ser quien eras antes. Para que pueda nacer una versión más exitosa de ti, la versión antigua de ti tiene que morir; quizá tus conocidos te digan “¡Cómo has cambiado!” y ello será evidencia de que, en efecto, sí estás evolucionando. Insisto: si queremos lograr más, tenemos que dejar que la versión anterior muera y que nazca una nueva versión acerca de quién soy y qué voy a conseguir. Dicho de otro modo, las personas con alta autoestima saben que su motivación viene siempre de dentro de ellas, no del exterior, y si algún día se sienten desanimadas para hacer algo, sabrán cómo motivarse. Como reza el dicho: la motivación es como un baño, no te va a durar, ¡por eso hay que hacerlo diario!
- Las personas exitosas saben pedir ayuda cuando la necesitan, se rodean de personas adecuadas y se inspiran de ellas. Muchas veces es necesario pedir ayuda, buscar a un mentor, a un psicólogo o a un asesor. De lo contrario, corres el riesgo de que te quedes donde estás y sin conseguir resultados en tu vida, en tus relaciones, en tus finanzas y esto te puede llevar a la depresión y a pensamientos nocivos del tipo de “¿Para qué me levanto? ¿Para qué hago las cosas?”.
- Personas con alta autoestima crean una mente que trasciende las necesidades animales y empiezan a resolver sus valores superiores. Sabemos que para crear éxito financiero, una bonita relación desde la abundancia, desde el amor y no desde el miedo, para vincularnos mejor socialmente, es decir, todas esas cosas fantásticas que queremos en nuestras vidas, necesitamos empezar a pensar desde los valores superiores, desde la contribución, el amor, retarme a mí mismo, ser mejor, etc., pero esto no es posible si todavía estamos lidiando con el “Necesito ser amado, reconocido, aceptado; necesito seguridad, no tengo abundancia, me siento en una estado de carencia”. Las personas que consiguen lo que quieren aprenden a crear una mente que trasciende las necesidades animales (aunque no podemos estar totalmente libres de ellas, pues somos seres humanos) para enfocarse en valores superiores, de trascendencia, en los términos en los que planteaba Abraham Maslow, psicólogo estadounidense reconocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la psicología humanista y creador de la teoría de la autorrealización.
Precisamente quisiera cerrar esta reflexión con una frase Maslow: “uno puede elegir por ir hacia la seguridad o por avanzar hacia el crecimiento. el crecimiento debe ser elegido una y otra vez; el miedo debe superarse una y otra vez”.