Mientras en México se está buscando en el Congreso de la Unión reducir la jornada laboral, en Latinoamérica ya hay casos de éxito que lograrás hacer estos cambios en favor de las y los trabajadores.
Tal es el caso de Chile y Colombia, donde ya se aprobaron reformas para hacer más cortas sus jornadas laborales, un cambio que se hará paulatinamente.
De los dos, el caso de Chile es todavía más ambicioso: aquel país modificó su Código de Trabajo para pasar de una jornada laboral de 45 a 40 horas por semana.
En Colombia, aunque la reducción implica una hora más, el objetivo es más moderado, pues se planteó una reforma que reduzca de 48 a 42 horas la jornada laboral.
Pero, ¿qué tienen en común estas reformas? Aquí te lo contamos tres puntos que comparten en común las reformas que aplicaron ambos países.
1. Gradualidad
Ni en Chile ni en Colombia la reducción de jornada laboral será inmediata. En ambos casos será paulatina.
En Colombia el cambió será así: para este 2023 se bajó una hora, a 47 horas; en 2024 se reducirá otra hora (46 horas); en 2025, dos horas (44 horas); y en el 2026 serán otras dos horas más (42 horas).
En Chile, la disminución comenzará en el 2024, y de ahí en adelante se irá quitando una hora por año. Para el 2028 ya se habrá llegado a las 40 horas semanales.
2. Protección al salario
Otro común denominador de ambas reformas laborales, es la protección al salario en la transición. Es decir, los proyectos de ley que buscan reducir las jornadas laborales prohíben a los empleadores disminuir el sueldo de las y los trabajadores.
3. Aplicación diferenciada por sectores
En Chile, la ley no aplica para todas y todos los trabajadores por igual. El proyecto en aquel país no aplicará para “trabajadores que presten servicios como gerentes, administradores, apoderados con facultades de administración y todos aquellos que trabajen sin fiscalización superior inmediata en razón de la naturaleza de las labores desempeñadas”.
En Colombia será igual.