Por Aldo García Ávila
El pasado miércoles 7 de octubre, el huracán Delta golpeó la península de Yucatán. El impacto tuvo lugar entre las áreas turísticas de Playa del Carmen y Cancún. Si bien no hubo heridos ni pérdidas humanas, los daños económicos ascienden a los 4 mil millones de pesos, una cifra que se suma a la compleja situación que ya se vivía a consecuencia de la pandemia por covid-19.
Para el martes 6 de octubre, Delta era un huracán categoría 4 que se desplazaba con vientos de aproximadamente 233 km/h; sin embargo, el impacto en las costas mexicanas fue mucho menor, de ahí que los daños ocasionados también fueran menores respecto de lo que contemplaban los pronósticos. De manera general, los daños se redujeron a árboles caídos y daños estructurales menores. A pesar de ello, las autoridades gubernamentales se vieron en la necesidad de realizar una intensa limpieza que obligó el cierre y la cancelación de toda actividad.
En las zonas afectadas, así como en gran parte de Yucatán y Quintana Roo, el 80% de la actividad económica proviene del turismo, un sector que la pandemia ha afectado gravemente, pues a lo largo de este año se han perdido más de 100 mil empleos. En los últimos meses, poco a poco comenzaba a reactivarse la economía; sin embargo, el huracán Delta ahogó con rapidez este respiro esperanzador.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, hay alrededor de 300 vuelos diarios, entre llegadas y salidas, cuyos viajeros llegan a hospedarse en uno de los más de 185 hoteles que existen en la región. De hecho, para antes del año se tiene contemplada una ocupación hotelera del 70%, luego de que se autorizaran los vuelos provenientes de Sudamérica, Francia, Suiza y Alemania. El huracán Delta de un momento a otro pausó este repunte que se esperaba en la península y exigió que 40,900 turistas que vacacionaban en el Estado fueran ubicados en distintos refugios.
Todo ello se traduce en pérdidas económicas por 4 mil millones de pesos, una cantidad menor a los más de 15 mil millones que algunos expertos auguraban si es que el huracán Delta golpeaba la costa como categoría. Por ahora no hay víctimas que lamentar ni daños estructurales de gravedad, pero las afectaciones económicas serán aún más notables, en especial, porque se pronostica que la afluencia turística disminuya, a causa del temor que genera este tipo de fenómenos naturales. Por lo tanto, pasará algo de tiempo para que la situación, en los términos en que lo ha impuesto la pandemia, vuelva a la nueva normalidad.