El intérprete de la famosa película Deadpool, Ryan Reynolds, ahora no solamente hace negocio de sus producciones y actuaciones cinematográficas, sino que también entró al costoso y opulento mercado de la Fórmula 1 (F1).
A la espera del Gran Premio de Austria de la F1, que se correrá en el circuito Red Bull Ring del 30 de junio al 2 de julio, se confirmó que el equipo Alpine tiene nuevos propietarios. Uno de ellos es Ryan Reynolds.
En realidad, el actor y pareja de Blake Lively, es parte de un grupo de inversores estadounidenses que adquirió un 24% de las acciones del equipo de escudería francesa, que tiene como pilotos a Pierre Gasly y Esteban Ocon. La compra se hizo por cerca de 200 millones de euros.
¿Actores o inversores?
En el grupo de inversionistas que apostó por Alpine no sólo está Ryan Reynolds, también ahí están Rob McElhenney y Michael B. Jordan, quienes también son parte de la industria cinematográfica.
La compra revaloriza a Alpine Racing y la hace llegar hasta los 900 millones de dólares y supondrá una inyección económica que acelerará el crecimiento y las ambiciones deportivas de Alpine.
El consorcio inversor al que pertenece Reynolds está formado por asociaciones y personas que ya están fuertemente implicados en la industria del deporte: su nombre es The Investor Group está formado por RedBird Capital Partners y Maximum Effort Investments.
RedBird Capital, por ejemplo, es propietario de clubes de fútbol como el AC Milán y el Toulouse FC, y tiene participaciones en los Yankees de Nueva York (MLB) y los Dallas Cowboys (NFL).
Maximum Effort Investments -que es donde están Reynolds y McElhenney- es propietario del Wrexham AFC, un club galés que acaba de ascender a la cuarta categoría del fútbol inglés.