Por Luis Fernando Figueroa Morales
¿La bolsa es para mí? Hemos dicho anteriormente que sí: existe un sinfín de opciones, incluso para aquel que solo tiene un pequeño interés de comenzar en el apasionante mundo bursátil, pero…. ¿por dónde empezamos? Si bien no se necesita ser un maestro de la inversión para entrar en este mundo, lo cierto es que hay que ser precavidos, objetivos y algo analíticos. Todo irá en función del tiempo que se le quiera dedicar. Cabe destacar que, aunque existen profesionales dedicados exclusivamente al manejo de estos activos, actualmente la evolución del mercado de valores ha propiciado que cientos de inversionistas minoritarios decidieran entrar al mercado a realizar sus primeras inversiones y son ellos mismos quienes se encargan de construir sus propios análisis y de tomar sus respectivas precauciones.
Si ya se despertó el interés de realizar alguna transacción en la bolsa, lo primero es comprender en qué consiste una acción. Planteado de una manera sencilla, una acción es una parte proporcional de la empresa: cuando adquiero una acción, a la par de otras tantas personas o instituciones, me convierto en socio de la empresa. Dicho de otro modo, el poseedor de la acción, efectivamente, de manera proporcional se vuelve dueño, por ejemplo, de Microsoft, Apple, Bimbo, Banorte, CEMEX, etc.
Para realizar la compra y venta de acciones se necesita de un intermediario financiero, en este caso, de una casa de bolsa, que es una institución financiera a través de la cual se firmará el contrato de intermediación bursátil; este instrumento legal será el que autorice el derecho para operar con este tipo de activos. A simple vista, el procedimiento puede sonar un tanto complicado y engorroso; sin embargo, es más rápido y sencillo de lo que parece.
Con la creciente popularidad de las FinTech (empresas que usan la tecnología para brindar servicios financieros), ahora existen casas de bolsa como GBM Homebroker o Kuspit, que permiten realizar operaciones de una forma fácil: basta con descargar la aplicación y dar de alta los datos personales para iniciar actividades en la bolsa. Una vez que la casa de bolsa valida los datos y otorga el permiso para operar, bastará con un sencillo SPEI para fondear la cuenta y, así, realizar operaciones de compra y venta en el mercado de valores.
Existen muchas alternativas para seleccionar las empresas que integrarán nuestro portafolio de inversiones, pero ello estará en función de otros factores que comentaremos más adelante.
Accionista y dueño de las grandes empresas