Autor: [Anaisa Gonzalez Orozco]
Las lesiones musculares suponen más del 30% de todas las lesiones que puede llegar a padecer una persona y son muy comunes en el ámbito deportivo. Aunque son más bien recurrentes en atletas de alto rendimiento, lo cierto es que se producen en cualquiera que realice ejercicio físico. El futbol es uno de los deportes con mayor incidencia de este tipo de lesiones, sobre todo en los miembros inferiores, es decir, las piernas.
Un desgarro consiste en una rotura total o parcial de las fibras musculares a causa de una lesión traumática. En algunos casos, pueden afectarse las estructuras circundantes, como el tejido conjuntivo y los vasos sanguíneos. Cuando esto ocurre, aparece un hematoma, mejor conocido como moretón: un padecimiento que altera la nutrición del músculo y la eliminación de sustancias de desecho derivadas del ejercicio.
Un calentamiento insuficiente o inexistente; los entrenamientos con cargas sin supervisión adecuada; los movimientos explosivos en el deporte; el cambio brusco de ritmo en la carrera; los golpes fuertes al balón; los saltos de gran impacto; los golpes directos, entre otras acciones, suelen provocar desgarros musculares.
La causa más común de este mecanismo de lesión consiste en una contracción muscular violenta con un estiramiento simultáneo. La afección más frecuente ocurre en la zona de unión del músculo con el tendón, aunque también puede aparecer en el centro, esto es, el área que clínicamente se conoce como vientre muscular.
Los desgarros musculares se clasifican en 3 tipos:
- Grado 1 o leve: rotura de alguna fibra muscular.
- Grado 2 o moderado: rotura moderada de fibras musculares y del tendón.
- Grado 3 o grave: rotura completa del vientre muscular o de la unión del músculo con el tendón.
En todos los casos puede aparecer una inflamación que dependerá de la gravedad de la lesión y que suele acompañarse de un hematoma en la zona lesionada.
Ante una situación de este tipo, en el momento de la lesión será importante colocar hielo para controlar la inflamación y el hematoma. Posteriormente, se deberá acudir con el profesional de la salud encargado de diagnosticar y tratar lesiones musculares.
Para evitar los desgarros musculares, te recomiendo lo siguiente:
- Mejora tu flexibilidad.
- Realizar ejercicio físico bajo supervisión adecuada.
- Vigila que tu nutrición sea adecuada al tipo, duración y frecuencia de la actividad deportiva que realices.
- Mantén una buena circulación sanguínea.
- Siempre practica ejercicios de calentamiento antes de tus rutinas físicas.
“La causa más común de este mecanismo de lesión consiste en una contracción muscular violenta con un estiramiento simultáneo.”