Por Aldo García Ávila
El día de ayer, martes 27 de octubre de 2020, Los Angeles Dodgers ganaron la séptima Serie Mundial de su historia, luego de 32 años sin conseguir el título. En este importante triunfo, fue clave la participación de los mexicanos Víctor González y Julio Urías, quienes se sobrepusieron a un sin fin de adversidades para escribir su propia historia de éxito en este partido decisivo.
Víctor González y la voluntad de no dejarse vencer
En el 2018, Víctor González contempló el retiro, debido a una serie de lesiones que sufrió y que le impedían desempeñarse adecuadamente en el terreno de juego. Con tristeza, el beisbolista narró a Infobae que lamentaba profundamente que no salía de una lesión para entrar en otra; por ello, decidió volver a su casa en Tuxpan, Nayarit, e incluso estuvo a punto de dejar para siempre el béisbol. Después de haber sido alentado por su familia, entrenador y su compañero Julio Urías, finalmente Víctor González volvería al béisbol.
En el regreso al césped, no todo fue miel sobre hojuelas, pues Víctor González tuvo que dedicar mucho tiempo a los entrenamientos, pues aún no lograba estar al 100% de su rendimiento. En consecuencia, lanzaba muchas bolas y no conseguía tirar strikes. Este escenario le causaba mucho dolor y no eran pocas las veces que salía llorando de cada juego que lanzaba, pues se sentía profundamente frustrado de que las cosas no le salieran como él esperaba.
Este pequeño bache no fue impedimento para Víctor González y dedicó esfuerzos a sobreponerse para honrar la confianza que todos habían depositado en él: a lo largo de la temporada, mostró fortaleza, temple, decidió no rendirse y seguir adelante. Gracias a estas cualidades, Víctor González subió a la lomita en el último juego de Los Dodgers, mientras estaban abajo 1-0; entonces, logró sacar el último out del quinto inning y poco después, al aguardar su turno, el equipo logró remontar. El manager Dave Roberts lo mantuvo para el sexto rollo, en el que logró tres ponches ante cuatro bateadores durante su labor de 1.1 innings. La participación de Víctor González fue clave para que Los Angeles Dogdgers se llevaran la Serie Mundial de este año.
Julio Urías y las revanchas que da la vida
Él pítcher mexicano Julio Urías nació en Culiacán, Sinaloa. A temprana edad, se le detectó un tumor benigno en el ojo izquierdo; esta condición lo obligó a someterse a diversas intervenciones quirúrgicas para tener una mejor salud. El tumor fue retirado del cuerpo de Julio, pero nunca fue un impedimento para ver realizado su sueño, prueba de ello fue que tuvo en su brazo todo el peso para llevar a Los Dodgers al triunfo. Desde la séptima entrada, Julio despachó a todos los rivales, con cuatro ponches y, de este modo, se convirtió en el héroe de este nuevo título para el equipo.
De acuerdo con el diario mediotiempo, la histórica actuación de Julio Urías, además, lo llevó a convertirse en el primer pítcher de la historia que logró un salvamento de siete o más outs en un partido decisivo de un clásico de otoño. Además, no permitió un corredor en bases.
Curiosamente, Julio Urías abrió el 4º juego de la serie, pero salió injustamente, a pesar de haber entregado cinco entradas completas con un juego impecable. Los Dodgers perdieron ese juego y la derrota reveló que la estrategia del manager Dave Roberts no fue del todo adecuada. En el juego decisivo, Roberts le entregó la responsabilidad a Julio, quien finalmente logró hacerse con la Serie Mundial.
Para Julio Urías, fue el out más importante de su vida, además sabía que todo el mundo lo veía desde sus hogares, por ello este triunfo significó un reconocimiento al esfuerzo dedicado a lo largo de su carrera. Por si fuera poco, Julio se convirtió en el mexicano que más veces subió a la lomita y es, hasta ahora, con 24 años, el lanzador más joven de la historia de la Serie Mundial.
Gracias estas cualidades, los lanzadores mexicanos obtuvieron su anillo de la Serie Mundial y, con ello, pasaron a formar parte del selecto grupo en el que se encuentran celebridades como Fernando Valenzuela, Aurelio López y José Urquidy.