Desde Aguascalientes hasta Europa, el arte de Ana Quiroz, fundadora de Piel de Alebrije AQ, ha conquistado museos, embajadas y corazones alrededor del mundo. Comunicóloga de formación y terapeuta Gestalt, Ana ha convertido su amor por la cartonería y la cultura mexicana en un proyecto que no solo preserva el arte popular, sino que también cura el alma a través del color y la creatividad.
Su camino en la cartonería comenzó en 2019 cuando ganó el primer lugar en el Concurso de Alebrijes en la Ciudad de México, obteniendo la Presea Pedro Linares López, el reconocimiento más importante en este ámbito. A partir de ahí, su talento y pasión la llevaron a ser nombrada embajadora de la Cartonería por el Museo Nacional e Internacional de la Cartonería, con la misión de difundir esta técnica a nivel nacional e internacional.
Ana ha trabajado incansablemente para llevar la cartonería mexicana más allá de sus fronteras. Contactó embajadas en Europa y logró exponer sus obras en importantes espacios culturales, como el Museo de Arte y Cultura de Bélgica, donde exhibió 20 piezas de alebrijes, y en el Centro Cultural de París, donde presentó su obra Susurros de Colibrí.
“Mi objetivo es dignificar el arte popular mexicano y llevarlo a espacios donde antes no se pensaba que tenía cabida. Con esto, demostramos que la cartonería mexicana es arte de calidad, capaz de competir con cualquier otra expresión artística en el mundo”, explica Ana.
Más allá de la creación artística, Piel de Alebrije AQ ha desarrollado un enfoque terapéutico y emocional en sus talleres. Ana, con su formación en terapia Gestalt, ha diseñado un método en el que los participantes transforman su dolor en arte a través de la creación de alebrijes.
“El taller ayuda a canalizar emociones y resignificar duelos. En las sesiones, cada persona elige un animal que represente su proceso emocional y lo fusiona con otros para crear su propio alebrije. Es un ejercicio profundo de introspección, donde el resultado final es una pieza que refleja su evolución y sanación”.
Esta metodología ha sido aplicada en México y Europa, brindando a los participantes una herramienta única para conectar con sus emociones a través del arte.
Pese al éxito y reconocimiento en el extranjero, Ana ha enfrentado dificultades para obtener apoyo institucional en México. Aun así, su determinación la ha llevado a autofinanciar sus viajes y exposiciones, impartiendo talleres y vendiendo sus piezas a través de plataformas como Amazon.
“No tengo patrocinio ni apoyo del gobierno, todo lo que he logrado ha sido gracias al trabajo constante, la venta de mis obras y el apoyo de mis alumnos. Aún así, sigo adelante porque sé que este arte tiene un lugar en el mundo y merece ser valorado”.
Actualmente, Ana se encuentra en Europa estudiando inglés para ampliar su mercado y consolidar su presencia internacional. Su próxima meta es llevar su obra a Madrid y expandir sus talleres a distintas ciudades europeas.
Más que una empresa, Piel de Alebrije AQ es un movimiento que busca revalorizar el arte popular mexicano y mostrar que el talento nacional puede llegar a los más altos niveles. Ana continúa trabajando con la esperanza de que más personas descubran el poder del arte no solo como expresión, sino como una herramienta de sanación y transformación.
“Nuestro arte es vibrante, lleno de vida y emoción. Llevarlo a nuevos espacios es mi manera de honrar nuestra cultura y demostrar que el arte mexicano merece ser apreciado en todo el mundo”.