Octubre|2021
Por Joaquín Cruz Lamas
¿Qué es el cuaderno negro? Es una técnica que sugiero implementar a muchas personas. Nos sirve para desahogar los pensamientos agresivos que no nos dejan en paz. Lo diré en lenguaje coloquial, nos sirve para sacar el veneno que traemos dentro. Sirve para hacer catarsis. La dinámica es muy sencilla, consiste en tomar un cuaderno con las hojas en blanco —yo tomé uno negro, pero en realidad puede ser de cualquier color— para escribir en él todas las mentadas de madre que nos gustaría decir.
Muchas veces nos sucede que los acontecimientos políticos, los conflictos en el trabajo, los roces en la calle y espacios públicos e incluso algunos conflictos personales, nos dejan con un sentimiento de profundo enojo. Muchas veces quisiéramos gritar a los cuatro vientos las inconformidades que traemos, pero sabemos que si decimos todo lo que sentimos al estar enojados, así sin filtro, ello nos puede causar problemas más adelante en nuestras relaciones personales y profesionales. Como soy de los que sugieren que siempre hay que pensar bien lo que se dice, y que no es recomendable tratar de resolver un problema estando enojado (si bien reconozco que a veces no hay de otra), sugiero este mecanismo para desahogarse.
En lugar de ir a Twitter u otras redes sociales a verter nuestro veneno con el prójimo, podemos dedicar las confiables páginas del cuaderno negro a sacar todos los pensamientos tóxicos que traemos. No solo nos servirá para hacer catarsis, escribiendo sin filtros y de la forma más directa lo que nos gustaría gritar, sino que también nos va a ofrecer perspectiva. Una vez que está escrito aquello que sentimos sin tapujos, entonces podemos volver sobre la situación y reconsiderar. En muchas ocasiones nos daremos cuenta de que no es eso lo que verdaderamente le queremos decir a la otra persona, y que podemos comunicar el mensaje de mejores maneras. También es importante resolver los conflictos que podemos y tener buena comunicación con quienes nos rodean.
Finalmente es importante tener unos detalles en consideración: ese cuaderno es personalísimo y nadie puede leerlo sin nuestro consentimiento. El punto del mecanismo es precisamente saber que no seremos juzgados por lo que escribamos ahí. Es también importante tener claro desde el principio que el cuaderno negro jamás puede tener la última palabra. Sirve para sacar los pensamientos negativos, pero nada más, lo que está ahí escrito se encuentra en una especie de paréntesis existencial y no es el sentimiento con el que queremos quedarnos ni el material con el que resolveremos los conflictos. Por eso el cuaderno es solo para nosotros.