Por L.N. y H.C. Natalia Torres Pérez
Por increíble que parezca, el agua es uno de los catalizadores más importantes para la pérdida de peso, ya que suprime el apetito naturalmente y ayuda a metabolizar la grasa almacenada. Numerosos estudios demuestran que la disminución de la cantidad de agua que tomamos aumenta los depósitos de grasa en el cuerpo.
Los riñones no pueden trabajar propiamente sin suficiente agua. Bajo este escenario, estos órganos le pasan algunas de sus funciones al hígado, cuya función normal es la de metabolizar la grasa almacenada para convertirla en energía y utilizarla. Cuando el hígado tiene que ejecutar las funciones de los riñones, no puede trabajar a toda su capacidad, por lo que metaboliza menos grasa y, por ende, más grasa se queda en los depósitos y la pérdida de peso se detiene.
El agua es un nutriente fundamental que participa en muchos procesos esenciales de nuestro cuerpo, así que asegúrate de mantenerte hidratado. Además, este compuesto ayuda a controlar el apetito, hidrata, elimina toxinas e impurezas, aumenta la eficiencia del proceso de eliminación de grasa, evita estreñimientos, dolores de cabeza y fatiga, ayuda en la digestión y a la piel. El 60 a 70% de tu cuerpo es agua.
Cuida la calidad y cantidad de bebidas que tomas – refrescos, café preparado, jugos, alcohol, bebidas deportivas – ya que, por su alto contenido de azúcar, dañan tu salud.
“El agua es uno de los catalizadores más importantes para la pérdida de peso, ya que suprime el apetito naturalmente y ayuda a metabolizar la grasa almacenada.”
Natalia Torres Pérez