Tener una mascota es una responsabilidad completa: no sólo es diversión y compañía, también son deberes, sin embargo, aún así, tener una mascota puede ser muy bueno para la salud y ya hay nueva evidencia científica que lo demuestra.
Según el Instituto Nacional de Salud, acariciar a un cachorro disminuye los niveles de cortisol -una hormona que se relaciona con el estrés-, y además reduce la presión arterial.
Otros estudios han encontrado que los animales pueden ayudar a reducir los sentimientos de soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo.
De acuerdo a un estudio y un metaanálisis publicado en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, una revista de la Asociación Americana del Corazón, tener un perro también se ha relacionado con una vida más larga y una mejor salud cardíaca, especialmente para personas que sufrieron de infartos o accidentes cerebrovasculares.
Con toda esa evidencia, Nancy Gee, profesora de psiquiatría y directora del Centro de Interacción Humano-Animal de la Universidad de Virginia Commonwealth, dijo en una entrevista que “creo que podemos decir que los animales son beneficiosos para nuestra salud mental y física”.
Además, la presencia de perros en la vida de una persona se relaciona con una mejor salud cardiovascular y una mayor actividad física.