Aunque México figura como uno de los países con mayores ventajas para el fenómeno del nearshoring, como país también tiene que resolver problemas internos para poder atraer más inversiones, como lo es, por supuesto, el problema del agua y la escasez que ya se ha vivido en estados importantes, como Nuevo León.
Para el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) son tres los problemas principales que tienen que ver con la regulación del agua en este país, y que también se derivan luego en otros problemas mayores, como el desabasto en ciertas zonas:
- Control de concesiones: se han detectado malas prácticas en cómo se usan las concesiones, siendo la más común el traspaso de concesiones, es así como constructoras han conseguido concesiones de agua pero etiquetadas para el sector agrícola, esto los hace ahorrar dinero en este recurso.
- Monitoreo y datos: según el IMCO, el 97% de los títulos de las concesiones de agua no tienen medidores y el 93% no han sido verificados, es decir, si bien la concesión permite un cierto uso de agua, en realidad no se sabe si se está gastando más de la cuenta. Eso ha permitido que se hagan tomas clandestinas.
- Vigilancia e inspección: con el tiempo, las inspecciones de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) o de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), eso está relacionado con la falta de verificación de las concesiones y los usos del agua.
Difícilmente, sin que se resuelvan esos problemas de regulación va a lograrse un buen y moderado uso del agua, no sólo por las y los habitantes, sino por las industrias y demás empresas grandes con concesiones fuertes de agua.