Editorial Blackstone Magazine
Entre las calles Monte Everest y Sierra de la Canela, en el fraccionamiento Bosques del Prado, se encuentra una de las propuestas culinarias más sutiles pero imperdibles de la zona: El viejo Ernesto, un pequeño y exquisito restaurante de paso que trajo a Aguascalientes un poco de la comida típica de Argentina, donde se especializan en empanadas y choripanes.
Maximiliano Ruíz, el dueño del lugar y argentino de nacimiento, fue quien, desde hace cinco años, emprendió este proyecto gastronómico que con el paso del tiempo ha logrado posicionarse en el paladar de las y los comensales que han pasado por su barra.
En entrevista con Blackstone Magazine, el dueño y chef del lugar, Max, narra cómo fue que la idea de El Viejo Ernesto surgió:
“Ya vamos para 5 años -con El Viejo Ernesto en la plaza de Bosques-. Yo llevo en México 22 años, y la primera instancia de este negocio más bien se dio en Cancún, en un lugar que se llama la Empanadería y que ya tiene 18 años funcionando. En realidad, El Viejo Ernesto empezó desde ahí”.
Como inmigrante, Max buscó una manera de salir adelante y fue de ese modo que se empezó a relacionar con todo el sector restaurantero y gastronómico, donde vio que podría existir una buena posibilidad de negocio y crecimiento, trayendo a México un poco de la cocina de Argentina, el lejano país latinoamericano que llega al final del continente. “Empecé aprendiendo de la nada, de cero”, relata.
Dada la practicidad y particularidad de las empanadas argentinas y de los choripanes, fue que a Max se le ocurrió seguir con un proyecto de esta naturaleza, pero no solamente trajo recetas comunes de aquel país, sino que intentó mezclar estos platillos con la practicidad de las taquerías de México, para hacer que estos puedan comerse de paso, de manera rápida en una barra alta.
“La empanada es un producto que es muy fácil de comer; no necesitas cubiertos. Entonces, se me ocurrió que podía ser como una alternativa como para toda la historia de comida callejera que existe aquí, en México. Todo empezó en realidad porque me pareció que las empanadas eran un producto que se podía adaptar muy bien a esa dinámica”, cuenta el chef Max.
Incluso, relata que en Perú, donde también vivió, al igual que en México, existe mucha cultura y tradición en la comida callejera, y eso es algo que no se tiene en Argentina.
“Cuando llegué a México, yo lo que quise fue incorporarme a esa dinámica gastronómica, que a mí me gusta mucho, eso de salir en la noche y comer en cualquier lado que represente algo”, agrega.
En Argentina, las empanadas, los “canastitos” y los choripanes, son comúnmente llamados comida de paso: ya sea porque se pueden ingerir dentro de un establecimiento de manera rápida o que se lleve para caminar. En ese sentido, El Viejo Ernesto logró fusionar estas dos dinámicas y tradiciones culinarias.
Comida Argentina en México
Con la globalización, Maximiliano Ruíz comparte que ya no es difícil simular los platillos que provienen de su país de origen en México. “Ya tiene muchos años que la comida está internacionalizada, ya no es problema”, dice.
Aun así, añade, existen ciertos secretos que distinguen, por ejemplo, una empanada argentina de otra hecha en otro lugar: “para empezar, la masa es diferente. Allá se utiliza harina de trigo, aquí, en México, harina de maíz. Esa es la primera diferencia. Después está el tema de los rellenos: en una empanada argentina el relleno es el protagonista, en cambio, en la mexicana, el relleno tiende a ser menos, pero es acompañada de otras cosas”.
En ese sentido, en El Viejo Ernesto se pueden encontrar nueve tipos de rellenos distintos; que llevan carne agridulce, pero también camarón, espinacas, champiñones con cebollas caramelizadas, chorizo, jamón o rajas.
La empanada que más se vende es, justamente, la de carne de res dulce (que contiene diversas especias que le dan ese toque distinto y de protagonismo); de ahí las de camarones y espinacas también son muy solicitadas.
El Viejo Ernesto es ya una opción imperdible entre el amplio abanico de opciones gastronómicas que existe en Aguascalientes, no sólo por sus deliciosos rellenos, sino también por el hecho de que trae un poco de Argentina a México. Además del servicio en el local, El Viejo Ernesto también está ahora incursionando en el mundo de las empanadas congeladas para que así se puedan guardar o vender en un negocio propio. No puedes perderte de esta novedosa opción.