Dubái es probablemente una de las ciudades más populares en la actualidad. Está lleno de excentricidades y de riqueza y es tal el avance tecnológico que se tiene ahí, que hasta la lluvia se “fabrica” para combatir la escasez de agua.
Los Emiratos Árabes Unidos —donde se encuentra Dubái— implementó ya un método conocido como ‘lluvia artificial’.
La tecnología que permite crear lluvia de la nada utiliza drones equipados con sistemas de descarga eléctrica.
Estos drones vuelan a alturas estratégicas y su función es emitir cargas eléctricas para modificar las propiedades físicas de las nubes y, de esa manera, estimular la precipitación para poder conseguir un futuro donde el agua no sea un problema (en una zona desértica).
La técnica que se utiliza en Dubái, además de haber demostrado ser efectiva, tine efectos colaterales positivos: por ejemplo, reduce los posibles impactos negativos asociados con métodos más antiguos que empleaban compuestos químicos, como yoduros.
De hecho, el gobierno de aquel país no sólo hizo una inversión muy alta en esta tecnología, sino que se sigue invirtiendo proyectos que exploran y refinan esta técnica de precipitación inducida para poder conseguir agua.
Cabe mencionar que en otros países también se han hecho prácticas similares para “crear lluvia”, como es el caso de China o de los Estados Unidos.