Es común escuchar que las personas te aconsejen -o no- escuchar a tu voz interior. Se trata de una voz que aparece de pronto, intencional o aleatoriamente, en tu cabeza y con la cual haces monólogos.
Sin embargo, tal parece que esa famosa voz no la tienen todas las personas, y eso tampoco es necesariamente malo, sino que algunas personas piensan o reflexionan de distintas maneras.
De hecho, hay un estudio científico que lo prueba, según el artículo Individual Differences in Frequency of Inner Speech: Differential Relations with Cognitive and Non-cognitive Factors, entre el 50 % y el 70 % de las personas no escucha diálogos internos.
Ese porcentaje de personas, en vez de pensar o reflexionar con una voz interna, lo hacen a través de imágenes, o sencillamente sienten las cosas que les suceden.
Mientras algunas personas están teniendo diálogos o monólogos internos, otras están haciendo una paisaje, una escena mental hecha con imágenes.
No se trata de que una manera de pensar sea mejor que la otra, simplemente son distintas, pero el estudio logró relacionar los diálogos internos con una mayor reflexión de las cosas.
Por otro lado, quienes tienen imágenes mentales son mucho mejores concentrándose en el presente y prestando atención.