El estilo de vida moderno ha llevado a millones de personas a pasar gran parte del día frente a una pantalla: En la oficina, en el transporte y en casa. Aunque muchos intentan contrarrestar este sedentarismo con una rutina de ejercicio, la ciencia ha lanzado una advertencia contundente: Estar sentado por más de 10 horas al día puede afectar gravemente la salud del corazón, incluso si haces ejercicio regularmente.
Así lo demuestra un reciente estudio publicado en la revista JACC (Journal of the American College of Cardiology), donde se analizaron los hábitos de más de 89 mil personas. Los resultados fueron claros: El sedentarismo prolongado se asocia con un mayor riesgo de fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio e incluso mortalidad.
Durante años se ha promovido la actividad física como la mejor defensa contra las enfermedades del corazón, y aunque sigue siendo esencial, el nuevo estudio enfatiza que el tiempo que pasamos sentados también tiene un impacto directo en nuestra salud cardiovascular. En particular, las personas que permanecen sentadas más de 10.6 horas al día muestran un riesgo significativamente mayor de sufrir problemas cardíacos, sin importar si cumplen con las recomendaciones de ejercicio.
Esto cambia el enfoque tradicional de la salud pública, que hasta ahora se ha centrado en promover el ejercicio, pero ha dicho poco sobre los efectos del sedentarismo prolongado. “Moverse más durante el día no es solo una sugerencia, es una necesidad para mantener el corazón sano”, afirman los autores del estudio.
Estar sentado durante muchas horas reduce la actividad del sistema cardiovascular y ralentiza el metabolismo. Esto provoca una menor circulación sanguínea, acumulación de grasa y aumento de la presión arterial. Con el tiempo, estos factores contribuyen al desarrollo de enfermedades cardíacas, incluso si se realiza actividad física durante una parte del día.
“El cuerpo humano está diseñado para moverse. Cuando lo mantenemos en reposo constante, especialmente en la misma posición, le estamos enviando señales equivocadas”, explican los especialistas.
La buena noticia es que 30 minutos de actividad física al día pueden marcar una diferencia significativa, especialmente si se combinan con pausas activas durante la jornada. Caminar mientras hablas por teléfono, estirarte cada hora o usar escritorios ajustables para trabajar de pie por periodos son estrategias sencillas y efectivas.
Además, expertos en salud recomiendan evaluar cuánto tiempo pasamos sentados frente a la computadora, en reuniones o viendo televisión, e intentar reducir ese número. La clave no está solo en hacer ejercicio una vez al día, sino en romper el ciclo de inactividad que puede extenderse por horas.
Este estudio plantea la necesidad de actualizar las guías de salud cardiovascular para incluir recomendaciones claras sobre el tiempo sedentario. Porque no se trata solo de correr 30 minutos, sino de evitar pasar las siguientes 10 horas sin moverse.
La próxima vez que sientas que llevas demasiado tiempo sentado, levántate, camina un poco o estírate. Es un gesto simple, pero podría ser la diferencia entre un corazón sano y una enfermedad silenciosa.