Todo producto en el mercado lleva detrás un proceso de fabricación y, en ese sentido, implica un costo monetario y social, es decir, además de su costo en dinero, también existe un costo que afecta a la sociedad.
Un claro ejemplo de esto son los smartphones, cuya venta y producción han crecido desmesuradamente en las últimas décadas. Actualmente los celulares inteligentes son indispensables en la vida de las personas: existen los de gama alta (más costosos), los de gama media y los de gama baja (los más baratos).
Pero independientemente de su valor en dinero, la producción de estos artículos está relacionada con industrias que abusan de derecho laborales en otros países.
Tal es el caso de la República Democrática del Congo. ¿Cuál es la relación entre ese país y los celulares inteligentes? Aquí te lo contamos.
Para producir este tipo de celulares se necesita cobalto, un recurso indispensable para la fabricación de baterías de litio -las baterías recargables que usan estos dispositivos-.
Resulta que en el mundo el 70% de las minas de cobalto se encuentran en el Congo, donde las grandes compañías mineras -en su mayoría asiáticas- extraen este recurso a bajo costo y lo distribuyen por el mundo.
Se estima que hay mineros que trabajan en esos lugares que apenas ganan 2 dólares al día. Ese es el costo social de los celulares del mundo.
Además, se estima que en el Congo son cerca de 40 mil los niños que trabajan en el sector minero. Algunos han muerto por derrumbes o por asfixia.
En el 2019, 14 familias de aquel país intentaron demandar a las grandes compañías tecnológicas, Google y Apple, por las infancias que han muerto en esas minas, sin embargo, el caso no procedió a su favor.