Si bien el control financiero es una habilidad primordial al momento de emprender o al momento de generar ahorros para el futuro, en realidad es una actividad que no muchas y muchos tienen.
De hecho, estamos en una realidad que apunta a todo lo contrario: la mayoría de las personas viven con estrés financiero ya que no tienen una certeza o un objetivo claro con respecto a sus finanzas.
Según el reporte de Bienestar Financiero 2023, publicado recientemente por Vanguard, Invested, AON y Amedirh, en México el 85% de la población es afectada por estrés financiero; lo anterior ya que el 96.13% de las mujeres y el 92.06% de los hombres en realidad no tienen claridad en sus objetivos financieros.
Pero en ese contexto, la generación de los millennials es la que presenta más signos de afectación.
De acuerdo al mismo reporte, los millennials –quienes nacieron relativamente cerca al final del segundo milenio- son quienes menos saben cuál es su patrimonio. Sólo el 26.98% de las personas encuestadas para el informe señaló que tienen conocimiento de su patrimonio actual (tomando en cuenta sus activos y pasivos).
Asimismo, sólo el 30.63% de los millennials poseen información clara de sus ingresos y gastos. Esto, finalmente, genera incertidumbre.
El informe advierte: “al conocer la situación financiera actual, una persona puede tomar decisiones informadas sobre su dinero, establecer objetivos financieros realistas y hacer un plan para alcanzarlos. Del mismo modo, puede evaluar si necesita hacer ajustes en sus gastos o ingresos, para mejorar su situación financiera en el futuro”.
Este problema de estrés financiero es multifactorial y ya es reconocido. Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ya advirtió que el mal manejo de las finanzas personales está generando un problema de salud financiera en el país.
Además, el estrés financiero puede relacionarse con padecimientos de salud mental y termina afectando a las personas que lo tienen.