La sociedad ha crecido de tal manera que, en realidad, ya no existe una guía o un manual que alcance a puntualizar con exactitud las diferentes posibilidades de desarrollo humano. En la actualidad, el emprendimiento se convirtió en una opción con infinidad de variables distintas, todas y cada una de ellas, valiosas y dignas del conocimiento público. Arrancar con un proyecto de negocios ya no necesariamente tiene que implicar un establecimiento atendido por personas vestidas con trajes a la medida, sino que, la tecnología y las nuevas dinámicas sociales han ayudado a gestar proyectos comerciales que se salen de la línea de lo convencional.
Ese es el caso de Bulbo, un lugar situado en el corazón de Aguascalientes (Avenida Francisco I. Madero, casi esquina con Ignacio Zaragoza) donde se pueden disfrutar exóticas bebidas creadas a partir de un concepto que si bien no es nuevo, recientemente ha empezado a tomar fuerza en Aguascalientes: mixología.
Fernando Vargas, quien es ahora el encargado de este proyecto y que ya tiene 15 años de experiencia del otro lado de la barra, relata a Blackstone Magazine cómo ha sido su crecimiento como bartender, un oficio que le permitió emprender su carrera y ser ahora uno de los mixólogos más reconocidos en el estado. Como muchas personas, el motor de su carrera lo encontró en su familia. Ahí empezó todo.
Historia detrás de la bebida: entre el bartender y el mixólogo
Sobre su acercamiento a la preparación de bebidas, Fernando Vargas cuenta -en entrevista exclusiva- que el nacimiento de su primer hijo “fue la razón por la cual yo llegué a estar detrás de una barra. Fue ahí que me tocó vivir el primer cambio importante, aquel por el cual pasé de la coctelería a la mixología”.
Es común que de boca en boca se confundan los términos de bartender y mixólogo, y aunque su labor es similar, sí hay una distancia que los separa. “La diferencia es simple. Tú, como bartender, empiezas creando lo que te enseñan, empiezas produciendo y haciendo la coctelería que te pide el centro de consumo donde labores, y que son las más comunes, por ejemplo, la piña colada, los mojitos, daikiris, toda esa coctelería que ya tiene cierta estandarización”.
Pero, por otro lado, agrega, “el tema de la mixología cambia, porque a partir de esta tú como mixólogo ya creas tus propias bebidas, según tu propia inspiración e imaginación. Te puedes enfocar a un hecho que sucedió, a una pareja, a un amigo, te puedes inspirar en el estado donde vives, con base en los ingredientes originarios de ese lugar”.
Pero no es tan fácil como solo pensar una nueva bebida, sino que la labor del mixólogo, explica el experto, debe de justificar su propia creación: “tiene que ser sustentable, en el sentido de por qué usas esos ingredientes, tienes, como mixólogo, que explicar por qué se está usando cierto tipo de jarabe, o destilado, tiene que haber una justificación”.
Si bien, Fernando Vargas ya lleva 15 años en la industria de las barras y las bebidas, en realidad su camino como mixólogo empezó hace seis años, inspirado por compañeras y compañeros que también, poco a poco, fueron evolucionando de bartenders al mundo de la mixología y de la bebida de autor.
“Al principio todo fue inspiración. De ahí yo empecé a agarrar mi propio estilo, que es trabajar mucho con tequila y mezcal, para tratar de rescatar un concepto muy mexicano a raíz de estos destilados”, agrega, y explica que justo una de sus bebidas más famosas y exitosas está hecha con base en mezcal y tequila.
“Se llama La Malinche, se puede hacer con cualquiera de las dos, opcional al cliente; lleva una pequeña porción de limón, mermelada artesanal a base de piloncillo y chile morita, una fermentación de jugo de piña y, dependiendo del gusto, puede llevar agua mineral”. Esta es tan sólo una de las bebidas que se pueden encontrar en la carta de Bulbo, donde las personas pueden disfrutar de distintas bebidas, de autor o convencionales, gracias a que Fernando Vargas tuvo la iniciativa, en compañía con algunos conocidos, de levantar este novedoso lugar.
Clandestinos Aguascalientes
Como parte de su emprendimiento, Fernando Vargas no solamente ha tenido la oportunidad de colaborar en diversos centros de consumo y de crear Bulbo, sino que también es parte de la comunidad de bartenders y mixólogos de Aguascalientes. Así inició la organización de baristas “Clandestinos Aguascalientes”.
Siendo parte de la “Comunidad de bartenders del bajío” y de la “Asociación Mexicana de Bartenders”, Fernando Vargas pensó que una manera de impulsar y visibilizar esta naciente profesión en Aguascalientes era, justamente, creando una organización para “armar un proyecto entre puros colegas”, según cuenta. Fue así como con el tiempo cada uno de los participantes de esta comunidad hidrocálida empezó a hacer relaciones y fue así como Fernando logró relacionarse con grandes marcas de bebidas, para representarlas y ser su embajador en Aguascalientes.
“Tener una responsabilidad como un representante de marca te empieza a abrir mucho más el panorama de cómo se puede trabajar la industria, qué beneficios puedes tener también dentro de la industria y, finalmente, te abre camino a más ideas, a emprender”, comparte.
Ese fue el camino que Fernando, y su socio, recorrieron para oficialmente abrir Bulbo, hoy uno de los emprendimientos más innovadores del centro de la ciudad, pues en realidad este es un espacio tranquilo para ir a degustar bebidas que están muy por fuera de lo convencional.
“Queríamos que Bulbo fuera un lugar muy relajante, no tuviera pantallas, para que viniera la gente con su laptop a trabajar o estudiar y poderse tomar un trago o un cóctel. Aquí no tienes que venir forzosamente acompañado, sino que puedes venir solo y puedes sentarte a leer un libro mientras degustas de nuestras bebidas. Esa es la idea”, concluye. Ahora, sólo falta visitar este proyecto para conocer que los emprendimientos cada vez son más variados.