El huracán «Milton» ha causado severas inundaciones, marejadas ciclónicas, destrucción y la evacuación de cientos de miles de personas durante su paso por la península de Florida, que recorrió de oeste a este. Además, se han reportado al menos cuatro muertes debido a tornados ocurridos antes de la llegada del ciclón.
El huracán, actualmente en mar abierto y en categoría 1, presenta vientos sostenidos de hasta 130 kilómetros por hora, según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El NHC indicó en su informe que «las condiciones de tormenta tropical y marejada ciclónica persisten en varias áreas de la costa sureste de Estados Unidos y el extremo noroeste de las Bahamas».
De acuerdo con los artículos de la NOAA y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), algunas de las características del huracán Milton son aterradoramente inéditas y preocupantes:
Según la NOAA, esta tormenta «ha incrementado su fuerza e intensidad a un ritmo casi sin precedentes, convirtiéndose en uno de los huracanes más poderosos jamás registrados». La agencia explica que su fortalecimiento se ha visto impulsado en gran medida por las temperaturas «casi récord» del Golfo de México.
Asimismo, señaló que desde 1950, año en que comenzaron los registros, solo ha habido otros cinco años con más de un huracán de categoría 5 en una misma temporada: 1961 (2), 2005 (4), 2007 (2), 2017 (2) y, más recientemente, 2019 (2).
Milton alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, su nivel máximo, el pasado 7 de octubre. Sin embargo, la fuente meteorológica estadounidense destaca que solo dos días antes, el huracán era una depresión tropical que se había formado en el suroeste del Golfo de México. Es importante recordar que Helene fue clasificada como huracán de categoría 4.
La NOAA explica que “cuanto más caliente está el océano, más energía hay disponible para que los huracanes se intensifiquen, siempre y cuando otras condiciones atmosféricas, como la cizalladura del viento, también sean favorables”.
Los cambios en el clima están potenciando las “condiciones favorables para los huracanes más potentes”, como Helene y Milton, por ejemplo, explican los científicos de World Weather Attribution, un grupo de estudios meteorológicos fruto de la colaboración entre varios expertos de renombradas universidades de todo el mundo, como el Imperial College de Londres, el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos y el Laboratoire des Sciences du Climat et de l’Environnement de Francia.
Esto se refleja en mayores precipitaciones y velocidades de viento de los huracanes, así como en una intensificación más rápida de los ciclones tropicales que se forman en el océano Atlántico, ya que “se están volviendo más húmedos”. “El huracán Beryl (el primero de categoría 5 registrado en julio de 2024 en la región) también sufrió una rápida intensificación, al igual que otros ciclones tropicales recientes”, informó la OMM.
«Si el mundo sigue quemando combustibles fósiles, provocando que el calentamiento global alcance los 2 °C por encima de los niveles preindustriales, la probabilidad de que se produzcan precipitaciones devastadoras aumentará entre un 15 % y un 25 % tanto en las zonas costeras como en el interior de las regiones más afectadas por estos fenómenos», señalan los científicos de World Weather Attribution.