Durante la mañana del lunes 24 de junio de 2024 se presentó un incendio en el interior de una fábrica de Seúl, Corea del Sur el cual ha dejado 22 muertos, y 18 personas heridas en su mayoría trabajadores de nacionalidad china, según las autoridades. Todo parece indicar que fue provocado por la explosión de baterías de litio.
De acuerdo con los testimonios proporcionarnos por testigos y por los bomberos que respondiendo a la emergencia, el incendio se inició alrededor de las 10:30 de la mañana tras la explosión de baterías cuando los trabajadores se encontraban revisándolas y aplicándolas en la segunda planta de la fábrica ubicada en la ciudad de Hwaseong, provincia de Gyeonggi, al sur de Seúl.
El funcionario local de bomberos Kim Jin-Young a través de una conferencia de prensa señaló que ya se había identificado la mayoría de las nacionalidades de las víctimas, entre las cuales se reportan 18 de nacionalidad china, 2 surcoreanos y 1 un ciudadano de Laos. De igual forma, destaca que aún no se ha conseguido identificar a uno de los fallecidos, dado que el directorio de trabajadores se perdió en el incendio. La mayoría de las personas heridas resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado.
Por su parte, los bomberos señalan que continúan en la búsqueda de una persona la cual se desconoce su paradero. Asimismo, hacen énfasis en que han conseguido contener la mayor parte del incendio de la planta y han logrado entrar con éxito en su interior para continuar conteniendo el fuego.
Los equipos de rescate recuperaron varios cadáveres quemados. Las autoridades correspondientes han anunciado que se comenzará una investigación exhaustiva para llegar al fondo del siniestro y determinar todas las causas que lo provocaron.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ordenó al Ministerio del Interior y Seguridad y al jefe del departamento de bomberos que “hagan todos los esfuerzos posibles” para rescatar a los trabajadores “movilizando todo el personal y el equipo disponible”.
Las baterías de iones de litio se encuentran en muchos productos de consumo populares y alimentan computadoras portátiles, cámaras, teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos. Una combinación de problemas de fabricante, mal uso y baterías envejecidas puede aumentar el riesgo de las baterías, que utilizan materiales inflamables.