La última década ha estado llena de cambios que han causado miedo y emoción en el mundo. Uno de estos es, sin duda, la Inteligencia Artificial (IA), que poco a poco está cada vez más presente en el día a día de la sociedad.
Pero la IA no solamente ha causado revuelo en su impacto como mecanismo para crear cosas (imágenes, textos, respuestas y más) desde cero, sino que, a la par, también ya es un mercado sumamente valioso.
De acuerdo a un estudio elaborado por Research and Markets, actualmente el mercado de la IA –apenas en boga– ya supera los 200 mil millones de dólares; pero no sólo eso, sino que se espera que dentro de 7 años, para el 2030, el valor de ese mercado se calcule en 2 billones de dólares. Sí, es una verdadera locura.
El sustancioso valor del mercado de la IA no es fortuito, en realidad, esta tecnología ya está involucrada en diversos sectores, servicios y productos que usamos día a día.
Por ejemplo, la IA está transformando y reestructurando los procesos y los mecanismos de las industrias, de modo que eso también tendrá un impacto en el mundo laboral, impacto que aún no sabemos cómo será.
Por tanto, este pronóstico de billones de dólares podría ser el empujón necesario para decidir invertir estratégicamente en este prometedor nuevo mercado.
Elon Musk y la Inteligencia Artificial
Tal es la relevancia actual de la IA que incluso Elon Musk, uno de los tres hombres más ricos del planeta, ya ha invertido también buena parte de su dinero en este mercado.
Sin embargo, incluso él, ya con dinero invertido ahí, advierte que la sociedad debe tener cuidado con la IA, ya que esta puede causar problemas para la civilización tal y como la conocemos.
En entrevista con Tucker Carlson, el magnate dueño de Tesla y Twitter, dijo: “La IA es más peligrosa que, por ejemplo, un mal diseño de un avión o un mal mantenimiento de la producción o una mala fabricación de un automóvil, en el sentido de que tiene el potencial (por pequeña que sea la probabilidad, pero no es trivial) de destruir la civilización”.
Incluso, el mismo Musk reconoció que aunque “no es divertido estar regulado”
los países y estados del mundo sí deben regular desde el gobierno a la IA para evitar problemas posteriores.
Si bien la IA todavía causa miedo en algunas personas, la realidad es que se pretende que esta sea una herramienta más para el desarrollo del ser humano y para ello se debe avanzar con cuidado y precaución.