La aplicación DeepSeek, un chatbot de inteligencia artificial originario de China que había ganado popularidad como un competidor potencial de ChatGPT de OpenAI, ha sido retirada de las tiendas de aplicaciones de Apple y Google en Italia. Los usuarios de la App Store de Apple y Google Play Store en el país ahora se encuentran con el mensaje de que la aplicación «actualmente no está disponible en el país o área donde te encuentras».
Este inesperado retiro se produce en medio de una investigación por parte de la Autoridad Italiana de Protección de Datos (DPA) sobre las prácticas de manejo de datos de DeepSeek. La DPA, conocida como Garante, está investigando cómo la aplicación recopila, procesa y almacena la información de los usuarios. Entre los aspectos que se están evaluando, se incluyen los tipos de datos personales que se recogen, el propósito de su recopilación, la legalidad del procesamiento de los mismos y si los datos se almacenan en servidores ubicados en China.
La DPA ha solicitado que DeepSeek proporcione información detallada sobre estos aspectos dentro de un plazo de 20 días. A pesar de la creciente preocupación sobre la privacidad y la protección de datos, tanto Apple como Google han optado por no emitir declaraciones oficiales al respecto.
Este incidente refleja una postura cada vez más proactiva de Italia en la regulación de la inteligencia artificial, especialmente en lo que respecta a la protección de la privacidad de los usuarios. En 2023, el país se destacó como el primer estado occidental en prohibir temporalmente el uso de ChatGPT, también por preocupaciones relacionadas con la privacidad. Más tarde, la Autoridad Italiana de Protección de Datos multó a OpenAI con 15 millones de euros por violaciones a las normativas de privacidad de la Unión Europea.
Con la investigación sobre DeepSeek, Italia se reafirma como un líder en la lucha por una mayor regulación de las tecnologías de inteligencia artificial, poniendo de relieve un escrutinio creciente hacia las aplicaciones de IA provenientes de países con estándares de protección de datos que difieren de los establecidos en Europa.
La situación también pone en evidencia un tema central en el debate actual sobre la privacidad de los usuarios frente al avance de la inteligencia artificial: la necesidad de garantizar que las tecnologías emergentes respeten las normativas de protección de datos, sin importar su origen geográfico.