De una u otra forma, todos buscamos seguridad, porque ésta nos llena de confianza y nos permite avanzar en cualquier proyecto personal o profesional que se tenga. Esa fue de hecho una de las premisas principales que motivó la creación de Kobber, the packaging experts, una de las empresas especializadas en distintos tipos de empaques más importante de Aguascalientes.
Donde algunos solamente vieron al cartón y plástico como una materia prima, los fundadores de la entonces llamada G-Pack -que después evolucionaría a Kobber– vieron una gran oportunidad: se vio seguridad, calidad, diseño y sostenibilidad, características que forjaron y consolidaron a esta industria por sobre otras que ya operaban en el mismo mercado, con el mismo giro.
Después de casi ocho años de haber nacido, hoy por hoy a Kobber se les considera como los “expertos en cuidar lo que más te importa”; justo ese es el eslogan que define la esencia de la empresa, pues en el cuidado está la seguridad, y en la seguridad está la satisfacción de saber que lo que se pretenda transportar, llegará sin problema alguno.
El surgimiento
En algún momento, el proyecto se pensó como un negocio que se encargaría del empaquetado final de cualquier producto, ese que está ya en los aparadores, en los supermercados y en los centros comerciales y que ya contiene dentro el producto listo para el último usuario, sin embargo, durante ese proceso se observó que había un área que todavía se podía explotar con más facilidad: el empacado de productos durante el proceso de producción y distribución.
A final de cuentas, el empacado sigue siendo realmente una necesidad absoluta, y más en estos tiempos de globalidad, donde los productos no solamente se distribuyen en municipios, estados y países cercanos, sino que vuelan por el mundo para llegar a los rincones más alejados de las plantas de producción.
Fue en el 2015 cuando la idea de Kobber empezó a pensarse como posible, aún bajo el primer nombre, pero fue hasta el 2016 que realmente la empresa empezó a brindar sus servicios y sus productos al público general, que no estaban enfocados ya a la primera idea de los empaques finales, sino que, más bien, atendía a otro tipo de empacado.
Para aclarar, valdría la pena mencionar que la labor de Kobber está detrás de los productos que llegan a manos de las y los consumidores; su trabajo tiene que ver con que estos lleguen bien al usuario final. Lo cual, cabe señalar, no es una labor sencilla, menos en un mercado tan volátil y competido.
Pero Kobber, no solamente se encarga de producir empaques de cartón, también innovó y apostó por empaques de plástico y espuma, que permiten tener una cartera de clientes más diversificada, pues algunos productos requieren de otra clase de materiales para ser transportados, además del cartón.
Y no sólo eso, sino que la empresa hidrocálida también oferta distintos servicios que ayudan a eficientar los procesos de traslado, cuidado y entrega. De eso, hablaremos ahora.
Los productos y el servicio: cuidando lo que más importa
Kobber no es una tienda de cajas más que las ofrece con medidas standard y predeterminadas al por mayor, va más allá y, con el paso del tiempo y a través de sus consolidaciones comerciales, ha logrado convertirse en un aliado estratégico de suministro de servicios de empaquetado para grandes empresas e industrias.
Es decir, si bien se manejan y se fabrican distintos tipos de productos que sirven para empaquetar a otros, también se ofrece un servicio de suministro que se adecúa a las necesidades de los clientes, como por ejemplo, las industrias automotrices, a quienes se les surte según sea la demanda de la misma, y con quienes se tienen inventarios directos, lo cual genera una estrecha relación entre proveedor y cliente.
De este modo, Kobber pasa de ser una industria que vende al por mayor a ser una industria que ofrece alternativas de servicios a sus aliados comerciales.
La industria automotriz en Aguascalientes es un claro ejemplo sobre cómo es que Kobber ofrece sus servicios, ya que, por la demanda y el trabajo constante que estas tienen, si bien un día pueden solicitar cual sea el número de empaques, otro día pueden solicitar el triple, o menos, y para ello es que se tiene que estar preparado.
Entonces, por un lado se ofrece un servicio de cercanía pero, por el otro, también se pone a disposición de los clientes productos especializados y de alta calidad orientados a la protección de sus insumos y materias primas, o hasta de sus productos finales.

Los productos y el servicio: cuidando lo que más importa
Kobber no es una tienda de cajas más que las ofrece con medidas standard y predeterminadas al por mayor, va más allá y, con el paso del tiempo y a través de sus consolidaciones comerciales, ha logrado convertirse en un aliado estratégico de suministro de servicios de empaquetado para grandes empresas e industrias.
Es decir, si bien se manejan y se fabrican distintos tipos de productos que sirven para empaquetar a otros, también se ofrece un servicio de suministro que se adecúa a las necesidades de los clientes, como por ejemplo, las industrias automotrices, a quienes se les surte según sea la demanda de la misma, y con quienes se tienen inventarios directos, lo cual genera una estrecha relación entre proveedor y cliente.
De este modo, Kobber pasa de ser una industria que vende al por mayor a ser una industria que ofrece alternativas de servicios a sus aliados comerciales.
La industria automotriz en Aguascalientes es un claro ejemplo sobre cómo es que Kobber ofrece sus servicios, ya que, por la demanda y el trabajo constante que estas tienen, si bien un día pueden solicitar cual sea el número de empaques, otro día pueden solicitar el triple, o menos, y para ello es que se tiene que estar preparado.
Entonces, por un lado se ofrece un servicio de cercanía pero, por el otro, también se pone a disposición de los clientes productos especializados y de alta calidad orientados a la protección de sus insumos y materias primas, o hasta de sus productos finales.
La carta de los expertos en empaquetado
Como parte de los servicios estandarizados –conceptualización y prototipado- y de los productos generalizados, Kobber maneja una carta de productos diversificados para las distintas necesidades que un cliente pueda llegar a tener.
Esta incluye la maquilación de cajas regulares, rejillas, separadores, contenedores gaylord, empaques automotrices especializados, cajas para uso agrícola, termoformados, impresiones flexográficas, serigrafía, alta gráfica y hasta cajas para entrega de pizza. Todos y cada uno de estos productos tienen la finalidad de proteger el esfuerzo, el trabajo, la innovación y la calidad, para que los usuarios finales tengan con ellos la mejor faceta del producto que adquirieron. Detrás del producto final, siempre está un proceso de calidad y de cuidado, y Kobber es parte de este.
Además, los servicios que ofrece tienen nombre y apellido: se ofrece gestión de inventarios tipo Kanban, consultoría, diseño estructural del empaque, creación de prototipos y transporte propio, lo que ayuda a complementar y dar una experiencia completa de cuidado.
Sin embargo, para poder ofrecer este amplio abanico de opciones, la empresa tuvo que idear una nueva estrategia que fuera más allá de empaquetados de cartón, pues las necesidades de los clientes a veces requerían de otro tipo de envolturas.
Fue ahí que Kobber implementó como eje toral a un equipo de diseñadores industriales que se encargarían de personalizar diferentes prototipos de empaques, según las indicaciones de los clientes, todos y cada uno de ellos específicos para que el producto a transportar no se viera dañado.
También en ese punto fue que se decidió navegar en el mundo de los plásticos y los espumados especializados, para con ello poder ofrecer soluciones antiestáticas, no abrasivas y anticorrosivas.
Los espumados que se manejan son EVA, en sus diferentes densidades, y algunos otros de polietileno extendido, e incluso, se logró inmiscuirse al mercado de soluciones como termoformado.
La caja más costosa es la que no se compra: invertir en seguridad
Primero como G-pack y luego como Kobber, el crecimiento que tuvo la empresa no fue coincidencia, ni fue fortuito. No ocurrió de la noche a la mañana. Todo fue consecuencia de la detección de una necesidad en crecimiento: la necesidad de empacar los productos que configuran nuestra vida diaria. Todo lo que usamos pasó por un proceso de transporte y de maquila, y en cada momento, algo lo protegía.
El punto de partida que tomaron “los expertos en cuidar lo que más te importa” fue que es mejor proteger lo que se ofrece, para que la experiencia de los usuarios finales sea la mejor y esta, a su vez, genere más consumo y buenas referencias.
La globalización y la industria 4.0 (la Cuarta Revolución Industrial) han forzado a que la sociedad avance y a que los mercados se expandan y se diversifiquen, sin embargo, la pandemia del covid-19 fue un parteaguas para que se encontrara una nueva manera de hacer negocios y compras, una que no necesitaba de lo presencial, y que podía hacerse de manera remota.
Esto, por sí mismo exigía nuevas maneras de transportar productos y justo en ese punto Kobber encontró un área de oportunidad, ya que, a fin de cuentas, la caja más costosa termina siendo, siempre, aquella que nunca se adquirió y que, seguramente, terminó arruinando una venta o dejando una mala impresión ante los usuarios.
Escatimar en la seguridad de un producto no debe ser una opción ya que este es a final de cuentas el que funge como la carta de presentación de una empresa y si este, por alguna razón, llega deteriorado o dañado, dejará una mala imagen.
Ese es el principal motivo por el cual escatimar y ahorrar en la seguridad de lo que más te importa podría dañar, de fondo, tu proyecto. La inversión que debes hacer no tiene que ser correctiva, sino preventiva, y esto ayudará a consolidar el camino que se está buscando desarrollar.
La tarea de Kobber es resguardar y cuidar desde los productos más indispensables y costosos, hasta los que representan un menor gasto, sin distinción, ya que cada uno es importante para el resultado final. A final de cuentas, la excelencia es la que termina garantizando que ni uno ni otro resultará dañado.

Las ventajas del cartón, donde todo empezó
Aunque después de años Kobber logró diversificar los empaques que ofrecía, todo empezó con el cartón, un viejo conocido que, además de ser un fiel recurso para proteger, es también reciclable, lo cual lo hace más accesible y a su vez más sostenible.
De hecho, el costo del cartón y su condición reciclable son valores agregados que definen las principales bondades de este recurso. Una vez usado, el cartón puede regresar a los molinos a ser tratado nuevamente y así seguir con su vida útil.
Tal fue el impacto del aprovechamiento de este recurso que en el 2016, la entonces G-Pack, apenas empezó en un terreno de 800 metros cuadrados. Pasó el tiempo, ocurrió el cambio de nombre, la diversificación de productos y la especialización de servicios, y para el 2021 la ahora Kobber pasó a estar en una nave con cerca de 10 mil metros cuadrados –con opción a ampliación–, donde mensualmente miles de metros de cartón son tratados de diferente manera para poder empacar el amplio abanico de clientes y aliados que han consolidado a lo largo de estos años.
Si bien en Aguascalientes hay, incluídas Kobber, cerca de 10 empresas que se dedican a este giro y que proveen estos servicios a diferentes establecimientos e industrias locales, nacionales e inclusive internacionales, y considerando también que la guerra por dar los mejores precios es apretada, en realidad, el valor agregado que ofrecen los expertos en cuidar tus productos es, sin duda alguna, el trato que se les da a los clientes.
La atención es la que logra definir al mejor postor y además ésta también va acompañada de flexibilidad para poder entender la espontaneidad de los mercados de los clientes.
La historia detrás de la expertiz
Fue en el 2016 cuando Kobber, bajo otro nombre todavía, se consolidó como una verdadera sheet plant, pero tuvo que pasar cerca de un año para poder conseguir al primer cliente. Fue un año duro, lleno de aprendizajes internos que derivó en lo que hoy se es ahora. Todo es parte del proceso de crecimiento.
Cuando llegó la primera máquina de producción, en realidad no se tenía ningún cliente. Fue hasta después de aproximadamente un año que se consiguió el primero y, para tres meses después, la nave de 800 metros cuadrados en la que se empezó ya no era suficiente. La empresa necesitaba crecer. Y así fue.
Si bien en el primer terreno sí cabían las máquinas de producción, no se tenía contemplado un espacio de almacén suficiente para guardar la materia prima, entonces se decidió crecer a una nave de casi el doble de amplitud: mil 500 metros cuadrados. Generando más relaciones públicas, analizando el mercado y viendo las posibilidades de diversificar a otros materiales, la empresa trabajó un año más en ese lugar.
Fue ahí donde se empezó a experimentar y trabajar con los plásticos para poder ofrecer más diversidad de empaques. El negocio creció y se decidió conservar esa nave de mil 500 metros cuadrados, pero conseguir otra de cuatro mil. La expansión y el proyecto ya no tenían vuelta de retorno, todo seguía el rumbo que tenía que seguir y se crecía más de lo esperado en poco tiempo.
Sin embargo, ambas naves, aunque sí brindaban el espacio necesario para poder operar, en realidad no funcionaban: una era el almacén y otra la de producción, su lejanía terminaba elevando el costo logístico y esto, por inercia, reducía las utilidades que esperaban.
El crecimiento fue dándose paulatinamente, y surgió como consecuencia de haber iniciado un proyecto que se vio como un área de oportunidad. Llegó marzo del 2021 y para entonces la empresa ya se había instalado en la nave en la que hoy operan (sobre el Bulevar Aguascalientes, casi esquina con Tercer Anillo), y que tiene 10 mil metros cuadrados para almacenaje y producción.
No obstante, durante este intervalo de seis años, sí hubo algunos problemas que derivaron en situaciones que nunca nadie previó. No fue, de hecho, la pandemia del covid-19 la temporada más difícil para Kobber, sino que esta vino un año después, ya cuando los efectos de la misma habían disminuído y cuando ya incluso se tenía una vacuna para irla contrarrestando.
El 2021 fue un año difícil para todas las industrias que se dedicaban a este giro ya que, en realidad lo que causó el confinamiento fue una impredecible escasez de cartón, que es el tipo de empaquetado que mayormente se requiere.
La escasez del cartón empezó junto con la pandemia, ya que en general se detuvo el flujo de distintos recursos indispensables, sin embargo, durante esos primeros meses Kobber pudo sobrellevar su vida hasta el siguiente año. El disparo del comercio electrónico fue lo que terminó por detonar la escasez del cartón, ya que todos los productos que viajaban por el mundo o por el país, pasaban por un proceso de transporte que requiere, por fuerza, de cartón.
La poca disponibilidad del cartón hizo que los precios de este se dispararan y ello tuvo tal impacto que incluso llegó a las potencias económicas más importantes del planeta, como Estados Unidos, o China.
Pero además, al contexto pandémico se agregó también una serie de incendios forestales y de cierre de molinos que también incidió en la oferta y demanda del papel y, por ende, del cartón corrugado.
La consecuencia de todo esto no fue poca cosa: si antes se tenían tiempos de entrega de cinco días, ahora estos eran de hasta más de 40, por lo que se tuvo que hacer una reingeniería de planeación, para poder reaccionar ante los clientes con la mejor respuesta, una que permitiera mantener la relación pero que a su vez también les garantizara el servicio y el producto que Kobber ofrece como aliado comercial.
Con altas y bajas, pasó el 2021. Fue un año que implicó cambios y reestructuración, pero todo terminó siendo de alguna manera provechoso para la empresa local, hoy una de las más importantes en la entidad en su giro.
En medio de ese año se vivió la expansión más grande de Kobber pero, paralelamente, también se estuvo lidiando con los problemas transnacionales que causaron problemas con el cartón, todo eso terminó siendo, definitivamente, otro parteaguas para el último crecimiento.
Actualmente Kobber pasó de sólo trabajar con cartón, a los plásticos y las espumas, para brindar otra clase de servicios con otra clase de productos que sirven para empacar y proteger aquello que más se quiere cuidar, y que son el sustento de cualquier negocio.
Sin embargo, el camino de esta empresa aún no está completamente definido, pues quienes la lideran comentaron a Blackstone Magazine que la meta es seguirse consolidando en el mercado regional, pero, a la par, también continuar con su proceso de diversificación, que empezó años atrás, cuando se decidió que trabajarían con otras materias primas que no fueran cartón.
Aunque el negocio del cartón, de los plásticos y de las espumas –y sus diversas variantes– ha sido noble y bondadoso, la idea no es quedarse en lo que actualmente se ofrece, sino, permutar hacia otras materias, como lo pueden ser las maderas, otro tipo de plásticos, e incluso llegar a los metales, para involucrarse aún más con la industria manufacturera que desde hace décadas radica en Aguascalientes.
El objetivo de crecer hacia otros sectores y materias primas tiene que ver con el sentido principal de Kobber: brindar el mejor servicio a los clientes, uno que interprete e interiorice que se le puede dar la solución completa, desde las cajas, hasta los embalajes, las tarimas y los flejes.
Tecnología, diseño e innovación, esos son los cimientos que definen y definirán a los “expertos en cuidar lo que más importa: tus productos”. Ahí está la clave de los éxitos compartidos. Ahí suceden las alianzas comerciales.
✉ hola@kobber-pkg.com
☎ 449 688 1313
• Carr. Panamericana Nte. 301, Trojes de Alonso, 20116 Aguascalientes, Ags.