Para el 2012, en México, pese a no contar con la presidencia de la República, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) todavía era una plataforma política con poder: en ese entonces gobernaba 20 de las 32 entidades federativas.
Ahora el panorama ha cambiado y la debacle de esta institución -abrumada por casos de corrupción, silencio, represión y matanzas- es inminente. Tras las elecciones del 2023, el PRI actualmente sólo gobierna en dos estados: Durango y Coahuila, pero en realidad, aunque los candidatos que ganaron en esos estados son priístas, ganaron a través de la alianza electoral Va por México, junto con el PAN y el PRD.
Además, no sólo en 11 años el PRI perdió la mayoría de sus gobiernos estatales, sino que, entre esos se cuenta el Estado de México, el bastión más grande que tenía este partido, mismo que nunca había conocido la alternancia política y que tiene uno de los padrones electorales más grandes del país.
En otras palabras, el PRI perdió a su estado más importante, que a la vez es uno de los que más pesan en las elecciones federales.
Hoy día, el PRI es una fuerza política menor, comparable con Movimiento Ciudadano (MC) quien también tiene dos gobiernos estatales: Nuevo León y Jalisco, dos de los estados con las capitales más grandes de México.
Desbandada del PRI
A este escenario de pérdida de poder, el partido que alguna vez fue hegemónico y cuya última gran victoria fue la del expresidente Enrique Peña Nieto, se le suma la salida de priístas importantes, derivada de la que consideran es una mala gestión y administración de Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente del PRI.
Esta semana se anunció la salida de las senadoras y senadores Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga, Miguel Osorio Chong y Eruviel Ávila; pero también se confirmó la salida de cientos de militantes que ya no son tan visibles como, por ejemplo, la exsenadora Diva Gastelum.
Los nombres mencionados no son menores. Miguel Osorio Chong fue el secretario de Gobernación de Enrique Peña Nieto y antes fue gobernador de Hidalgo.
Claudia Ruíz Massieu, ha sido diputada federal por parte del PRI, secretaria de Relaciones Exteriores y secretaria de Turismo con Peña Nieto e incluso fue también presidenta del PRI. Además, ella es hija de un priísta emblemático: José Francisco Ruíz Massieu, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari, también priísta.
Al respecto de la salida de todas y todos, Osorio Chong declaró: “Hoy, con tristeza, pero en acto de congruencia con la militancia y de responsabilidad con México, anuncio nuestra renuncia al Partido Revolucionario Institucional. Lo hacemos conscientes del impacto que tendrá dentro del propio instituto político y por supuesto con el momento político que vive nuestro país”.
Y sentenció: “hoy el PRI está extraviado, ausente y con una dirigencia soberbia, que solo se preocupa por construir incondicionales y alejarse de la sociedad (…) Alejandro Moreno en poco tiempo miró solo para sus propios intereses y ambición”.