Por L.F.T. Anaisa González Orozco
El estiramiento muscular es una técnica utilizada en el ámbito deportivo para finalizar una sesión de entrenamiento intenso, pero la mayoría de veces no está bien desarrollada y eso, en vez de aportarnos múltiples beneficios, podría resultar en todo lo contrario.
Por si no lo sabías, el estiramiento muscular no sólo debería ser utilizado en lo deportivo; lo ideal es que sea adoptado por todos nosotros, sin importar el grado o cantidad de actividad física que realicemos.
El estiramiento es una técnica de alargamiento muscular, en la cual la longitud debe ser mayor a la que se mantiene en reposo. Para lograr esto, se mantiene el músculo en tensión durante un determinado tiempo. La mayoría de los músculos tienen su tipo específico de estiramiento o, si no, existen estiramientos que abarcan varios de ellos; esto va de acuerdo al tipo de movimiento en el que se ven involucrados.
Cualquier deporte está basado en el correcto funcionamiento de nuestro sistema muscular, de manera que, si nuestros músculos no se encuentran en un estado adecuado de longitud y permanecen sometidos a bastante tensión, tendrán repercusiones negativas en el rendimiento y en las metas personales establecidas. Y es que los músculos basan en buena parte su capacidad para generar fuerza en el recorrido que son capaces de hacer desde su máxima longitud hasta su mayor acortamiento o contracción. Es decir que el estirar adecuadamente, de forma completa y constante, ayudará a mejorar tu capacidad deportiva.
Por otra parte, las personas que no realizan ninguna actividad física, pero cuyo trabajo requiere mantener una misma posición por mucho tiempo, deberían tener el hábito de estirar durante pequeñas pausas en su horario laboral, y no solamente durante el trabajo, ya que, al estar sentados frente a la televisión o recostados, vamos adoptando posturas incorrectas que alteran nuestro equilibrio muscular. Esta contracción mantenida durante determinado tiempo genera muchísima tensión muscular, seguida de la aparición de las famosas “contracturas,” que son un punto de dolor alto en una parte del músculo que impide la realización de algún movimiento básico, como girar la cabeza, levantar un abrazo o agacharse.
En el ámbito terapéutico, los estiramientos son ideales para la prevención de lesiones, el tratamiento de la inmovilidad y el mantenimiento del rango de movimiento.
Se recomienda estirar entre 45 y 90 segundos para que se llegue a una buena relajación, ya que hay que darle tiempo al propio tono muscular y a la fascia que lo rodea de soltar la tensión y que realmente se generen los cambios deseados.
Beneficios
- Aumenta la elasticidad del tejido conjuntivo, presente en músculo y tendón, fascias, ligamentos, cápsula articular y piel.
- Aumenta el rango articular al tener menos resistencia de tejidos blandos, dando como resultado articulaciones más flexibles.
- Evita las lesiones y prepara la musculatura para mayores esfuerzos.
- Reduce la tensión muscular y la relaja.
- Recupera al sistema muscular después de actividades intensas y disminuye las agujetas de los días siguientes, debido a que se mejora la nutrición celular.
- A nivel articular, estimulan la producción de líquido sinovial que protege del desgaste al cartílago articular, previniendo su degeneración.
Como sabemos, el cuerpo trabaja de forma coordinada y global para conseguir el equilibrio necesario para su actividad, por eso es importante aprenderlos de un fisioterapeuta para su correcta ejecución, ya que el tipo de estiramiento, y su duración e intensidad, hacen la diferencia para la obtención de sus beneficios.
Una vez asesorado adecuadamente, podrás realizarlos sin ningún problema de manera independiente.
El estiramiento muscular no sólo debería ser utilizado en lo deportivo; lo ideal es que sea adoptado por todos nosotros, sin importar el grado o cantidad de actividad física que realicemos.”
Anaisa González Orozco