No hay pretextos, la reducción de la jornada laboral en México debe alistarse. El momento que vive el país es el adecuado.
Al menos así lo considera Mario López Roldán, director del centro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en México para América Latina.
En la cuarta jornada del Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados -donde se está discutiendo la reforma que busca reducir la jornada laboral en México-, el director advirtió que, al contrario de lo que opinan las cúpulas empresariales, el país sí vive un momento oportuno para este cambio histórico.
Sin embargo, al igual que otras expertas y expertos, opina que el cambio debe ser gradual.
“La gradualidad y la flexibilidad no se pueden convertir en pretextos para posponer una reforma (de la jornada laboral) que ya debió haber tenido un avance hace mucho tiempo”, explicó López Roldán.
La reforma busca bajar de 48 a 40 horas laborales y se está dando en un contexto donde otros países, como Colombia o Chile, ya aprobaron sus reducciones de jornada.
El representante de la OCDE en México recordó que este país es una de las economías con jornadas más extensas, con peor balance vida-trabajo y con los menores niveles de productividad.
Por ello, considera que la reforma ya debe alistarse y aprobarse.
En su participación, López Roldán explicó:
“Las empresas en México han tenido muchos años para prepararse para este tipo de cambios (…) La OCDE está muy preocupada por el estado de los trabajadores en México. En diferentes direcciones se están cobrando más atención en este tema. Nos preocupa hablar de un sector fundido, con graves obstáculos para aumentar su capacidad de productividad”.