Octubre | 2020
Por Alfonso Díaz de la Cruz
Entre los chismes de la semana les traemos algo con relación al Big Bang, o mal llamada en español: la Gran Explosión. En realidad, el nombre no es muy científico que digamos, ni si quiera es uno que podría quedar en conceptos llanos. No se llama Big Explosion, Huge Explosion o algo por el estilo, sino que se utilizó una onomatopeya que podría referir una explosión, es decir, Bang, como en los juegos de vaqueros: Bang!, Bang!, Bang! Al ser una de las teorías mayormente aceptadas en el mundo científico, ¿por qué tiene este nombre?
Pues resulta que allá por los años cuarenta del siglo pasado –no olvides que se trata de una teoría realmente joven–, el físico George Gamow se puso a disertar sobre la posibilidad de que en un pasado muy, muy lejano, todo el universo estuviese condensado en un punto, quizá de hidrógeno solamente, a muy alta densidad y temperatura. Como no pudo resistir más estas propiedades y al hacer reaccionar a sus agentes internos, pues ¡pum!, que explota y surge el universo, que sigue en expansión, por cierto, como consecuencia de la explosión.
En 1949, el astrofísico Fred Hoyle dio una entrevista en la radio británica para explicar la teoría de Gamow y, para referirse a la misma, utilizó no un término científico, sino una onomatopeya. La escena atrapa mi atención: imagino a un maestro dando cátedra y, en la búsqueda de que el efecto de la explicación quede más claro, hace uso de movimientos de manos y efectos de sonido salidos de su boca para darle más fuerza a la exposición, algo así como: “Y entonces ese punto inicial, hizo ¡pum!, pero no un ¡pum! pequeño, sino ¡PUUUUUUM!, un ¡Gran Pum! o, expresado en inglés, a Big Bang”.
A Gamow le agradó la expresión y desde entonces la teoría pasó a conocerse como The Big Bang Theory.
¿Qué nombre le habrías puesto tú?