Por Editorial Blackstone
Recientemente, el Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, declaró que el Ejército Mexicano será la instancia responsable de llevar a cabo la campaña para aplicar la vacuna contra la covid-19. Esta decisión se basa, en gran medida, al profesionalismo, prestigio y disciplina que caracteriza al ejército de nuestro país.
En México, se aplican 61 millones de vacunas al año, una cifra que implica movilizar una importante maquinaria para llevar las dosis a lo largo y ancho del país; sin embargo, la vacuna exige que se apliquen 193 millones de dosis a 116 millones de personas, un desafío de grandes dimensiones, en especial si se toma en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que cerca del 25% de las dosis llegan a los destinos con algún nivel de degradación, lo que disminuye su eficacia.
Por ello, a través de un comunicado dirigido al Presidente de la República y otras autoridades federales, la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Universidad de Colima, Universidad de Guanajuato, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Universidad Autónoma de Nayarit y la Universidad de Guadalajara manifestaron su posición respecto de la aplicación de la vacuna contra el covid-19. En este sentido, las instituciones externaron su anuencia para poner a disposición de las autoridades:
- Centros universitarios, escuelas y hospitales-escuela para habilitarlos como centros de vacunación;
- Laboratorios, refrigeradores y ultrarrefrigeradores y demás equipo especializado;
- Plataformas y equipo de cómputo;
- Medios de transporte, monitoreo y logística;
- Medios de comunicación y difusión;
- Recursos humanos de las respectivas comunidades universitarias.
Esta decisión se basa en la necesidad de sumar fuerzas y poner a disposición del Estado mexicano todas las capacidades institucionales, de infraestructura, conocimiento y logística, con la finalidad de que la campaña de vacunación contra la covid-19 sea ejemplar, pues de ello depende la vida de millones de personas.
Las instituciones de educación superior, además, declaran el importante papel que desempeñan los centros de educación y de enseñanza en la aplicación de vacunas, pues para que tenga éxito es fundamental que exista confianza ciudadana, tanto en la propia vacuna, como en el proceso de aplicación. Lo anterior, debido a que, según una encuesta del Pew Research Center, en Estados Unidos de Norteamérica, cerca del 39% de la población no se aplicaría la vacuna contra la covid-19, precisamente por la desinformación que se ha generado en torno a ella. Este escenario, entonces, vuelve aún más pertinente la participación de los centros de educación para que la campaña sea exitosa, se logren salvar muchas vidas y la economía se reactive cuanto antes.
En los días por venir será importante estar al tanto de la información que surja, a fin de conocer bajo qué circunstancias se llevará a cabo la campaña de vacunación contra la covid-19, al igual que la reacción de las autoridades federales.