Por Joaquín Cruz Lamas
¿Alguna vez se ha preguntado usted de dónde viene la palabra “arte”? Los romanos tenían un término muy similar al nuestro, ellos usaban el término “ars,” pero su idea de arte era un poco distinta de la nuestra; ellos entendían el arte del mismo modo en que los griegos entendían la técne y la poiesis. La primera noción se refiere a un tipo de conocimiento que nos enseña cómo producir o fabricar un objeto artificial. La segunda se refiere al proceso creativo. Elaborar un objeto mediante la poiesis significa traer ese objeto a la existencia; es decir, crear el objeto.
Hemos de hacer en este punto una distinción entre dos tipos de objetos; por un lado, están los naturales: éstos son los que encontramos, valga la redundancia, en la naturaleza. Es decir que son aquéllos que se nos presentan acabados de forma natural. Ejemplos de esto, podrían ser las piedras, los árboles o los frutos. Por el otro lado, están los objetos artificiales. El nombre ya lo dice; han sido modificados por el artificio humano; es decir, por una técnica humana. La poiesis de los griegos consiste en tomar uno o más objetos naturales y convertirlos en un objeto artificial; de este modo, se dice que hemos traído un nuevo objeto a la existencia.
Tanto para griegos como para romanos, cualquier objeto artificial podía llamarse arte. Esto incluye, por supuesto, los objetos de uso cotidiano que forman parte de nuestra vida diaria; por ejemplo, vasijas, muebles, ropa, instrumentos de trabajo e incluso instrumentos de guerra. Es por eso que gran parte del arte grecolatino que ha llegado hasta nuestros días lo ha hecho en forma de artículos de cerámica. Para estos pueblos, el arte formaba parte de la vida cotidiana; no era algo que se tuviera que apreciar exclusivamente un museo. La belleza se consideraba como una parte esencial del día a día.
Quizá fue un error el haber desterrado la belleza de nuestras vidas ordinarias. La hemos encerrado en jaulas de oro, como museos y teatros, y eso nos ha llevado a pensar que no tiene lugar en la vida diaria. Quizá vaya siendo tiempo de romper con esta idea y traer de regreso la belleza a nuestra existencia cotidiana.
“La poiesis de los griegos consiste en tomar uno o más objetos naturales y convertirlos en un objeto artificial; de este modo, se dice que hemos traído un nuevo objeto a la existencia.”
Joaquín Cruz Lamas