En un deporte tradicionalmente dominado por hombres, las mujeres cada vez toman más el volante en el automovilismo. Su papel dentro de los equipos es más importante que nunca y atrás quedaron los momentos secundarios. Un ejemplo de esto es Laura Müller quien ha roto las barreras y se convertirá en un referente de innovación y talento al ser la primera ingeniera de pista en la Fórmula 1.
Müller es la ingeniera que trabajara de la mano con Esteban Ocon, ambos recién llegados al equipo Haas para la siguiente temporada, y que tendrá a su cargo el auto del piloto francés durante la competencia. Mismos que ya cuentan con una historia trabajando juntos durante las pruebas de Abu Dhabi.
Müller trabajó en el DTM y antes de subir de puesto, fue ingeniera de rendimiento de Haas. No es la primera mujer en estar en el muro porque antes llegó Hannah Schmitz como ingeniera de estrategia a Red Bull, pero no deja de ser un hecho histórico.
Pero ¿cuál será su función dentro de las carreras de la F1?, el trabajo de este tipo de personaje es sumamente importante porque es el enlace entre el piloto y el muro del equipo. Un ingeniero de carreras se encarga de hablar con el piloto, los mecánicos y sobre todo, analizar los datos para que el auto y su conductor rindan al máximo.
Müller se encargará, por ejemplo, de avisarle a Ocon todo lo que sucede en pista y el francés no puede ver: qué pilotos tienen enfrente, quiénes vienen detrás, la diferencia de tiempos, el cambio de neumáticos.
Básicamente un ingeniero de carreras se convierte en los ojos del piloto para cada sesión de un fin de semana de Gran Premio y ahora Laura Müller ocupará el puesto con Esteban Ocon.