Por Rodrigo Díaz de León Martí
Howard Gardner, psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, formuló la Teoría de las Inteligencias Múltiples, que sostiene que las capacidades del hombre empleables en la vida se fundamentan en estas nueve entidades:
Inteligencia Intrapersonal: Se refiere a la capacidad de hacer introspección y de lograr conocerse a sí mismo emocional e intelectualmente. Característica de los psicólogos, filósofos y líderes religiosos.
Inteligencia Interpersonal: Permite la formación y manutención de relaciones con otros, el asumir diversos roles y empatizar. Patente en políticos, profesores, terapeutas y orientadores.
Inteligencia Lingüística-Verbal: Gestión del lenguaje para comunicar y expresar pensamientos y emociones. Propia de los escritores, políticos y oradores.
Inteligencia Lógico-Matemática: Capacidad de resolución de problemas y realización de deducciones bien fundamentadas en argumentos sólidos. Característica de los matemáticos, científicos e investigadores.
Inteligencia Corporal-Cinestésica: Abstracción y aprendizaje por medio del tacto y de la percepción del equilibrio y la posición de las partes del cuerpo. Necesaria para los atletas, bailarines, actores y cirujanos.
Inteligencia Visual-Espacial: Facilita la manipulación de perspectivas espaciales para transformarlas con la imaginación. Necesaria para la navegación y las artes plásticas.
Inteligencia Musical: Habilidad para valorar, modificar y expresar formas musicales, con notoria sensibilidad a tempos y tonalidades. Característica de compositores, cantantes y músicos.
Inteligencia Naturalista: Impulsada por la capacidad de observación y seguimiento del método científico para la comprensión de mecanismos naturales. Disfrutada por biólogos, ecologistas, físicos y arqueólogos.
Inteligencia Espiritual: Permite el descubrimiento del sentido de la vida y de la manera de que el ser trascienda, poniendo la vida propia en un contexto más amplio y significativo. Atribuida a los líderes religiosos, psicólogos y filósofos.
Al clasificar las facultades humanas de este modo, es más sencillo ponerlas en uso de forma consciente, conjugándolas o usándolas por separado, según lo demande la situación. La formación de equipos de trabajo cuyos elementos sean complementarios entre sí, según la Teoría de las 9 Inteligencias, es una manera eficaz de alcanzar una sinergia que supere expectativas.