Son cuatro las grandes revoluciones industriales que ha visto la humanidad. La primera fue hace casi 300 años en Inglaterra. En aquella ocasión el evento, la lucha, duró cerca de 80 años, casi un siglo. Hoy la situación es abismalmente distinta. Poniéndolo en perspectiva, la última, la cuarta revolución industrial, la famosa Industria 4.0, todavía sigue ocurriendo y renovándose. En ese sentido, las empresas, industrias y compañías actuales deben desarrollar la habilidad de adaptarse, de crecer y de diversificarse para no desaparecer en el camino y eso lo ha hecho muy bien Maindsteel, uno de los grupos industriales más importantes y grandes de Aguascalientes y de la región del Bajío.
De hecho, la capacidad de adaptarse a las nuevas realidades fue lo que le volvió a dar vida a este gran proyecto industrial y, no sólo eso, no sólo lo reavivó, sino que lo hizo crecer a otros horizontes para ser hoy la compañía que es, una que ya no solamente depende del sector automotriz, una que ahora navega en otros sectores, como el agroindustrial, el de retail y el de el desarrollo de tecnologías.
En exclusiva para Blackstone Magazine, Cuitláhuac Pérez Cerros, director general de Maindsteel, relató que fue la diversificación económica propia lo que ayudó a que, aquel proyecto nacido en el 2006 exclusivamente para atender a una parte de la industria automotriz en Aguascalientes, hoy sea uno de los grupos industriales de más renombre e historia en la entidad.
Tales han sido los resultados del proyecto de diversificación que poco a poco fueron instaurando, que “todavía hasta el cierre del 2022 Maindsteel era ya un grupo conformado por cuatro empresas que radican en Aguascalientes, una en Estados Unidos y además un Centro de Investigación”, dijo Pérez Cerros, y cuyas líneas de negocio se dividen en cuatro amplios sectores: agroindustrial, comercio, automotriz y tecnología.
Sin revelar más detalle, el director de Maindsteel comparte a esta revista que en próximos meses se adquirirán otras dos empresas, también en razón de la diversificación, con lo cual se espera que para final de año su compañía esté conformada por siete empresas: seis nacionales, una en los EUA y además el Centro de Investigación para el desarrollo de tecnología previamente mencionado.
Y sobre su proceso de diversificación y búsqueda de nuevas oportunidades, Pérez Cerros narró su estrategia de determinación de mercados: “ya hemos definido productos mucho más específicos sobre sectores más clave. Por ejemplo, en el aspecto tecnológico y de innovación tecnológica. Fue así que nos quitamos el 70% de todos los proyectos que ya teníamos, porque lo que queríamos nosotros era evaluar en diferentes formas, en diferentes sectores económicos, si la innovación podría ayudar a desarrollar un nuevo negocio. Así fue. Cuando comenzamos a hacer estudios de mercado, después de 7 años con nuestro Centro de Investigación, fue que definimos el año pasado nuestro proyecto empresarial: cuatro proyectos sólo para la industria, tres proyectos para el sector médico, un proyecto para Industria 4.0 y dos productos para movilidad eléctrica. De 40 productos que traíamos, nos quedamos con menos de 10. Eso es, ahora, Grupo Maindsteel”.
La diversificación como paso de supervivencia
Una de las razones principales por las cuales Maindsteel ha sobrevivido y crecido al paso de los años fue y es, todavía, la diversificación económica. “Nosotros iniciamos hace 17 años con una compañía que le trabajaba exclusivamente al sector automotriz, solamente teníamos un cliente y un solo producto. Es decir, arriba del 95% de nuestra facturación dependía de un solo tipo de producto. Imaginemos ¿qué pasaba si tarde o temprano alguien más, con la misma capacidad que yo, ofrecía ese servicio que yo estaba dando a mi antiguo cliente, pero cinco o diez centavos más barato? Era demasiado arriesgado. Yo sabía que en cualquier momento podía perder al cliente”, cuenta el director de Maindsteel. Esa reflexión fue el comienzo de todo su proceso de diversificación.
La dependencia hacia un sector, o hacia un producto, termina siendo una especie de cárcel cómoda que, con el tiempo, puede derrumbarse. Eso lo sabían en Maindsteel y por ello, al darse cuenta del problema del confort, se empezaron a buscar nuevos clientes y también se empezaron a hacer nuevas inversiones hacia otros sectores. “Nacimos en el sector automotriz. Años después entramos al retail, luego al sector agroindustrial, desarrollo informático e incluso ahora a se está en el área de servicios, con el recubrimiento de metales”, comentó.
17 años de crecimiento, de estrategia, de apuestas y de decisiones, se dicen fáciles, pero no lo son. 17 años de crecimiento es algo que una empresa cualquiera no podría contar, pero para Maindsteel estas casi dos décadas sólo siguen siendo parte de un proceso de diversificación y crecimiento todavía vigente. “Esa es la ventaja de la diversificación, por eso obviamente el enfoque de la estrategia de negocios, es ese: apostarle a diversificarse, pero no solamente de clientes, de sectores o de mercados, sino también de países, y eso se logra rompiendo las fronteras internacionales”, agregó Cuitláhuac Perez Cerros.
Un nuevo camino
El proceso de diversificación de las empresas, de las industrias y de los estados no es aislado, de hecho, al contrario, está sumamente ligado al contexto histórico y social que se esté viviendo y es así que han ocurrido las grandes revoluciones industriales: por los contextos que se vivían en ese entonces.
Eso está pasando hoy y por ello la diversificación ahora está mirando a la innovación tecnológica, a la Industria 4.0, al internet de las cosas, a las realidades aumentadas y a la Inteligencia Artificial (IA).
“La diversificación, al final de cuentas, no es el objetivo principal que yo busco para Maindsteel, es parte del proceso. El objetivo principal que yo busco es que Grupo Maindsteel se convierta en pocos años, quizá en el 2025, en el primer desarrollador de tecnología para el mercado mexicano”, compartió el director de la compañía.
¿Qué tipo de tecnología? Primero, la relativa al sector industrial, a quien por obvias razones ya conocen más; el segundo tipo de tecnología que se quiere abordar es la movilidad eléctrica, donde ya se tiene cierto avance; el tercero es, por supuesto, la Industria 4.0; y el cuarto es el desarrollo de tecnología para el sector salud y médico.
Esa es la razón por la que Grupo Maindsteel apostó por su Centro de Investigación, porque finalmente ese es el futuro, “un futuro donde buscamos desarrollar maquinaria y tecnología para las micros, pequeñas y medianas empresas que sólo pueden conseguir en otro país, pero a precios mucho más accesibles. Eso es lo que queremos romper nosotros, queremos acabar con esa barrera y ser punta de lanza en desarrollo en México”, agrega Cuitláhuac Pérez Cerros.
En ese sentido, el director de la empresa, hoy referencia interestatal, advierte que el futuro está todavía más allá y que un factor clave que permitirá innovar aún más en el mercado es, definitivamente, la IA.
“La IA es clave para poder innovar, para poder desarrollar nueva tecnología, para poder acortar los procesos de manufactura, los administrativos, para hacer las actividades mucho más rápido, para tener resultados más confiables y tomar mejores decisiones. Y sí, lo sé, es un tema controversial. Pero hablemos de ello”, advirtió.
El miedo a la IA, el miedo al futuro
Para Cuitláhuac Pérez Cerros, el miedo a la IA es en realidad miedo al futuro. Y es también un miedo irracional que no tiene sustento. “Es un tema controversial. Inclusive muchas personas le temen a la IA, cuando, realmente, los riesgos que existen con este tipo de tecnologías son cero, nulos, y los beneficios que tienen son muchos, todos”.
Incluso, actualmente está el debate de los empleos que se perderán gracias a la IA, pero eso, considera el empresario, “es completamente absurdo, las empresas tienen que entender que deben evolucionar, todos los años, constantemente. Deben entender que tienen que cambiar y modificar sus modelos de negocio o los procesos que utilizan, tienen que evolucionar y lo tienen que hacer por una razón muy sencilla: si no avanzas, alguien más ofrecerá lo mismo que tú, pero a un precio más rentable. La evolución es obligada e implica utilizar la IA a nuestro favor”.
El verdadero reto, opina Pérez Cerros será descubrir, más bien, de qué manera se puede aprovechar a este tipo de tecnologías ya que, sucederá, en cierto modo, lo que pasó cuando llegó el covid-19: sólo las empresas que supieron adaptarse terminaron sobreviviendo y creciendo para bien.
“Va a pasar lo mismo. Aquellas empresas que utilicemos las nuevas herramientas para innovar, para desarrollar y para mejorar todo lo que estamos haciendo actualmente, somos las que podremos competir a nivel global y no solamente a nivel local. La única forma para hacerlo es estar completamente a la vanguardia con la tecnología. Es la única salida”.
Quizá, el problema más grande al respecto de utilizar esta tecnología a favor de un proyecto industrial o empresarial es la comodidad. La zona de confort es el cáncer de la evolución y para salir de ella se debe, primero, tomar la decisión, segundo, diseñar una estrategia y, tercero, adoptar el miedo como una nueva oportunidad. Eso hizo Maindsteel, eso busca Maindsteel, ese es el futuro que Cuitláhuac Pérez Cerros y su equipo cercano de trabajo están añorando.