N24 | Enero | 2022
De acuerdo con diversas prospecciones, análisis y especialistas tanto en economía como en finanzas, el gran desafío en 2022 será la inflación, como una de las consecuencias de la pandemia por COVID-19, que lejos de ser un evento pasajero, se ha convertido en un fenómeno que ha causado una disrupción en todo nuestro estilo de vida y con el que tendremos que convivir al menos en los próximos años.
La pandemia tuvo un fuerte impacto en el sector financiero y en los mercados, lo que se tradujo en un escenario que nadie esperaba: a la par que hubo empresas que entraron en serias crisis económicas, hubo otras que registraron crecimientos muy por encima de lo que habían crecido en los últimos años, como es el caso de las acciones en tecnologías, como Apple, Facebook o Netflix, pero también sucedió lo mismo con el mercado de bonos, a pesar de las tasas restrictivas. Más allá de plantear lo que es evidente para todos, me interesa destacar que las personas que contaron con una adecuada asesoría financiera y lograron diversificar sus portafolios con acciones de estas empresas, ahora poseen un patrimonio más vasto y consolidado, pues esa es la función de quienes nos desempeñamos como estrategas de inversión: anticipar el mercado, con el objetivo de identificar y ofrecer los mejores productos financieros, en un entorno de atención personalizada y con un permanente seguimiento que atienda las necesidades de nuestros clientes.
El año 2022 nos recibe con altas tasas de inflación, al igual que con desabasto de productos y servicios. En estas complejidades, no sería raro anticipar que la llamada “Cuesta de enero” se convierta en un evento que acaso se prolongue más allá del primer mes del presente año para convertirse en algo que bien pudiéramos calificar como la “Cuesta del año entero”. Por supuesto, no es mi intención plantear un panorama catastrófico, más bien se trata de identificar los desafíos, a fin de que no solo tengamos elementos para enfrentarlos, sino para saber cómo aprovecharlos desde la asesoría financiera, mediante estrategias de adquisición de acciones, inversión en bolsa de valores, compra de divisas, entre otras.
Para conocer los retos particulares que configurarán el escenario económico y financiero en 2022, conversamos con Mario Montañez, especialista en Innovación y Dirección de Negocios quien además está certificado en Estrategias de inversión por la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles. Actualmente, Mario se desempeña como banquero privado en la casa de bolsa Monex, en donde brinda asesoría en estrategias de inversión a clientes de alto valor patrimonial, así como a empresas y organizaciones de diversos sectores.
Características de la región Bajío
Debemos reconocer que Aguascalientes forma parte de una buena zona económica que, en términos generales, en los últimos años ha logrado un crecimiento superior a la media nacional, en gran medida porque su Producto Interno Bruto (PIB) se encuentra diversificado en diferentes sectores: metalmecánico, textil, automotriz, agroalimentario, entre otros; sin embargo, nuestro Estado no ha logrado pasar de una región manufacturera a una industria de soporte, por ejemplo, al sector automotriz o aeroespacial. Me refiero a que Aguascalientes debe apostar más a las inversiones en investigación y desarrollo tecnológico para que eventualmente se puedan ofrecer servicios de alto valor agregado, un aspecto que, por supuesto, no significa abandonar la manufactura, más bien implica hacer mancuerna con ella, aprovechar la diversificación de servicios financieros y generar mayores flujos de efectivo, como fruto de la apertura de mejores plazas laborales que, asimismo, conducirán a mejores condiciones de bienestar.
En mi opinión, la región Bajío cuenta con la infraestructura y los esquemas para lograrlo, pero los esfuerzos no se han encauzado hacia esa meta. Por el contrario, al norte de México, hemos visto diversas estrategias que se han conjugado para optimizar el flujo de efectivo.
La inflación y el panorama actual de la economía
El gran desafío del 2022 serán las altas tasas de interés. Me gustaría decirlo de otra manera, pero se vislumbra un escenario de intimidante a pesimista, tanto para empresarios como para cualquier otra persona; por ello, una buena estrategia y asesoría resultarán claves para proteger nuestro patrimonio y salir adelante de la tormenta que se avecina.
La inflación suele concebirse como un fantasma, pues se trata de un tema del que no se habla lo suficiente ni se tiene consciencia de él. Hay especialistas que le han dado el nombre de impuesto de los pobres, debido a su naturaleza regresiva y que provoca el aumento de los precios. La inflación se encuentra siempre presente, pero rara vez se percibe en función de sus características inmediatas.
Parte de la problemática estriba en identificar las diferencias que existen entre la inflación de los mercados y la inflación de los oficios o de los registros oficiales. Básicamente, la inflación le restará valor a nuestro dinero: debido a que año con año la inflación se traduce en el aumento del precio de los productos. Así, lo que hace un año comprábamos, por ejemplo, con $1,000 pesos, en este año nos costará $1,200 pesos, por mencionar una cifra al azar. Por ello, tanto empresarios como ciudadanos de a pie tienen que enfocarse en resolver una pregunta: ¿qué hacer para salvaguardar nuestro patrimonio frente a las tasas de inflación? El objetivo es que no pierda valor, digamos, ante instrumentos gubernamentales, como los CETES o los bonos, pues ante el alza en las tasas, el Banco de México podría no cubrir por completo el diferencial entre la inflación y el rendimiento que ofrecería un instrumento conservador como estos.
Esta es la razón principal de que fomentemos otras estrategias de inversión a través del mercado de valores y la adquisición de acciones, en combinación con otro tipo de activos como las inversiones de capital privado o bienes raíces, con la finalidad de mitigar el impacto de la inflación en nuestro patrimonio. Es aquí donde la asesoría en estrategias de inversión desempeña un papel clave, pues comprende la protección del patrimonio de las personas, la diversificación de activos, ofrecer cobertura sobre los riesgos que implica el tipo de cambio, ofrecer opciones para deducciones fiscales y ubicar los rendimientos por encima de la tasa de inflación, que, por ejemplo, en este año puede alcanzar el 7% en nuestro país. De esta forma, la asesoría además de formar parte integral de las propiedades y activos económicos del cliente, se puede convertir en una nueve fuente de ingresos que incluso podrá eliminar preocupaciones futuras.
¿Cuándo acudir con un estratega de inversión?
Para saber si es un buen momento para acudir a asesoría en estrategias financieras, el principal indicio será identificar la existencia de un flujo de efectivo, o bien, de un excedente considerable; en el caso de una empresa, verificar además que se hayan cubierto los gastos operativos y obligaciones tributarias, en el caso de una familia, identificar que se hayan cubierto las principales necesidades. Si la persona o empresa en turno no detectan opciones para diversificar ese excedente, entonces el expertise de un asesor en inversiones resultará esencial para conseguir que los ingresos crezcan por encima de la inflación, o bien, definir los objetivos que las personas o empresas establezcan en función de sus propias necesidades: para el pago de obligaciones fiscales, heredar patrimonio, adquirir créditos, invertir directamente en bolsa, adquirir nuevos bienes como resultado de la maximización de dicho excedente, etc.
Es importante precisar que existen empresas y personas que ofrecen instrumentos o productos de inversión con rendimientos por encima de lo que estipula el mercado. Por ello, hay que ser muy cautelosos y leer muy bien —como se dice coloquialmente— las letras chiquitas, para que las personas sepan con certeza qué es lo que están comprando y no tengan sorpresas desagradables. Una vez más, una asesoría adecuada prevendrá este tipo de riesgos. Finalmente, el objetivo de un asesor financiero, en particular de aquellos que trabajan en banca privada, será proteger el patrimonio de las personas y empresas ante fenómenos como el tipo de cambio, créditos en dólares, fluctuaciones en la inversión, las estrategias a largo plazo, con la finalidad de cubrir los riesgos y maximizar el patrimonio. Recordemos que la banca privada ofrece la ventaja de focalizar los esfuerzos en el cliente, pues al no tener otros productos, como el elevado número de sucursales, ventanillas, cajeros o productos como tarjetas, entonces pueden ofrecer un servicio más personalizado y totalmente enfocado a los clientes.